La Bonanova podrá acoger a menores migrantes en la antigua 'casita del director'

Ante el progresivo incremento de llegadas menores extranjeros no acompañados, IMAS contará con este recurso de emergencia que permitirá que los jóvenes estén en un espacio independiente de los usuarios mayores de la residencia

Imagen de la residencia La Bonanova desde el edificio principal

Imagen de la residencia La Bonanova desde el edificio principal / Guillem Bosch

Mar Ferragut Rámiz

Mar Ferragut Rámiz

La Bonanova podrá acoger a menores extranjeros no acompañados en lo que era 'la casita del director', una construcción independiente del edificio principal.

Desde el año pasado la residencia de La Bonanova se ha convertido en un recurso de emergencia para acoger a los menores extranjeros no acompañados que llegan hasta Mallorca. El IMAS utiliza esta opción de forma excepcional cuando sus centros para menores no tienen plazas libres para recibir a estos jóvenes migrantes que llegan a la isla sin un tutor responsable.

Hasta ahora estos menores erán ubicado en el mismo edificio que los residentes, pero, dado que es una situación que se está repitiendo cada vez con más frecuencia y ante la distorsión que puede generar esa convivencia entre los usuarios mayores y estos jóvenes, el Institut Mallorquí d’Afers Socials ha preparado un espacio para albergar ocho camas en ‘la casita del director’, una construcción independiente dentro del recinto que, muchas décadas atrás, servía de vivienda para el responsable de la dirección de la residencia. Si fuera necesario albergar a más de ocho menores, algunos sí que tendrían que ir al edificio principal.

Cada vez llegan más menores migrantes no acompañados

El pasado febrero alrededor de 130 menores migrantes no acompañados estaban viviendo en algunos de los centros de menores del IMAS. Entre 2022 y 2023 desembarcaron en Mallorca un 42% más de niños, niñas y adolescentes migrantes sin el acompañamiento de un familiar directo (o NNAMNA, según la denominación que se recomienda usar ahora en vez de ‘mena’, cuya utilización se desaconseja al arrastrar un estigma negativo). Según los datos del Institut Mallorquí d’Afers Socials (IMAS) en un plazo de seis años el número de menores no acompañados llegados por la ruta argelina ha aumentado un 124%.

Muchos de estos jóvenes son acogidos en algunos de los nueve centros específicos que tiene el IMAS para ellos (son en general instalaciones pequeñas, con entre cinco y 14 plazas, salvo uno en Palma que puede albergar a una veintena de menores), pero a pesar de la existencia de estos recursos residenciales específicos (y de que el Consell tiene presupuestado abrir otro este año), la tendencia por la que está apostando el organismo insular «para favorecer su integración» es derivarlos a centros ‘ordinarios’ de protección (con un tratamiento diferenciado, eso sí). Se intenta potenciar que sean acogidos por familias de su misma cultura y lugar de origen, pero este programa (el ACOTE) es aún residual, con apenas cinco menores acogidos. Normalmente esta red basta, pero la situación puede desbordarse si se concentra un pico de llegadas de barcas en un periodo de tiempo muy corto.