La alta inflación provoca un aluvión de peticiones de ayuda en Mallorca

Diferentes entidades de la isla hacen balance del año y señalan que el número de personas que acuden a ellas por problemas económicos «es cada vez mayor» y auguran que «va a ir a peor»

Dos voluntarios de la Fundación escribano llevan comida a una mujer mayor.

Dos voluntarios de la Fundación escribano llevan comida a una mujer mayor. / Fundación Escribano

Nair Cuéllar

Nair Cuéllar

Los elevados precios de la vivienda, los alimentos e incluso la energía están haciendo mella en los ciudadanos de Mallorca, ya que cada vez son más los que se ven obligados a recurrir a las entidades sociales en busca de ayuda.

«El número de personas que vienen a nosotros es cada vez mayor y va a ir a peor», augura Javier Escribano, fundador de la Fundación a la que ha dado su apellido. Su entidad ayuda de diferentes formas a sus usuarios, pero sobre todo lo hace mediante la entrega de ropa, juguetes y alimentos. «Ayer mismo [por el jueves] hicimos reparto y había una cola increíble», relata.

La Fundación Escribano también dispone de un servicio llamado La despensa del Abuel@, gracias al cual personas mayores con dificultades para llegar a fin de mes reciben alimentos y compañía. «Este año nos han derivado a muchísimos, pero solo podemos dar servicio a treinta personas. Nos faltan recursos», cuenta apenado el fundador.

La Fundación Escribano cada año hace también entrega de regalos de Reyes a los más pequeños. Esta vez lo hará a unos cien niños. «Son menos que en 2022, contamos con menos recursos porque la gente no colabora como antes», señala el fundador. Y es que los altos precios, además de provocar el aumento de usuarios, han repercutido en las donaciones: «La gente tiene menos dinero, da menos y eso nos afecta», relata.

Ante esta situación, la asociación ha puesto en marcha desde hace dos meses una tienda solidaria con la que «poder ayudar a los demás y recaudar fondos». Está situada en su sede, en la calle Joan Alcover 26, y en ella quien lo desee puede conseguir ropa de segunda mano en perfecto estado a un precio irrisorio.

Fijos discontinuos

Càritas Mallorca también hace balance del año y coincide con Escribano en el aumento de peticiones de asistencia en Mallorca. En concreto, destaca el incremento de las ayudas para alimentos. «El número de trámites ha crecido mucho en los últimos meses», apuntan.

En este sentido, ponen de relieve el importante número de fijos discontinuos que han recurrido a la entidad en busca de una salida, un hecho, reconocen, con el que el año anterior no se habían encontrado. «Hacemos frente a una situación que no debería ser problemática, porque son personas que han tramitado el paro, les han dado el ‘ok’, pero llevan meses esperando el dinero», explican desde la entidad.

«Hacemos milagros»

Desde el Banco de Alimentos de Mallorca hacen hincapié en que la situación es en estos momentos «complicada, hacemos milagros». Raimundo de Montis, presidente de la entidad, explica que el retraso en el cobro de las subvenciones provocado por el cambio de Gobierno y la alta inflación les han llevado a tener que «disminuir la distribución de alimentos a las entidades» de Mallorca.

A pesar de todo, señala que el pasado mes de noviembre la entidad repartió hasta cien toneladas de alimentos. «Es muchísimo, pero es que los precios están desenfrenados y el colectivo al que nos dirigimos lo sufre», opina.

«Ha sido un año muy difícil», concluye De Montis, ya que, según relata, además de la alta inflación y el retraso del cobro de subvenciones, la guerra entre Israel y Palestina ha «disparado la energía» y afectado a los más vulnerables.

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