El banco de alimentos de Mallorca recibe menos producto este año: "Hay una carencia de aceite y leche, que son los más caros"
Las donaciones del 2021 al 2022 disminuyeron un 50%
El principal objetivo del banco de alimentos de Mallorca es el de contribuir al ejercicio de justicia social, en lo que respecta al derecho de todo ser humano de disponer de una alimentación suficiente para su digna subsistencia.
Ramón Montis, presidente del banco de alimentos de Mallorca, cuenta que las necesidades de este verano son las mismas que siempre, “alimentos; sobre todo leche y aceite que son los más caros” y que "las donaciones han disminuido, ya que antes llegaban 500 o 1000 toneladas de alimento y este año tan solo han venido 300".
El perfil de las personas que vienen son inmigrantes, generalmente sin papeles, pensionistas con una pensión muy baja, gente que recibe alguna ayuda pero mínima.
"En verano vienen menos entidades" cuenta Montis, de las cien que hay, algunas cogen vacaciones, lo que se traduce en que “hambre no hay, hay necesidad”, afirma el presidente. Las entidades grandes vienen siempre pero las pequeñas no siempre pueden.
Este año han traído muy poco producto, normalmente venían 500 toneladas o 1000 toneladas al año, pero este año han venido 300 y pico toneladas porque no ha habido ni aceite ni leche, que son los productos más necesitados.
El programa que surgió en 2014 hasta 2020 se ha ampliado a raíz de la pandemia, se amplió nuevamente el 2022 pero este año de momento no se ha ampliado. España en Europa fue el único que solicitó tarjeta monedero, “el ayuntamiento lo intentó y fracasó”, cuenta Montis. “Había una ley que se tenía que aprobar en el senado y no se aprobó, la ley del desperdicio, esto consiste en que hay centros que tienen alimentos que muchas veces no va a vender y nos los da a nosotros, ahora hacienda lo quiere controlar” expresa Montis.
Las donaciones del 2021 al 2022 disminuyeron un 50%, “a nosotros lo que nos gustaría tener son socios” comenta, que donaran mensualmente y tener un ingreso fijo anual ya que sin esto no se puede hacer un presupuesto más allá.
Una de las voluntarias del banco de alimentos, Catalina Carbonell, que había dejado de trabajar y decidió unirse “para hacer una buena obra” cuenta que “los productos que hacen falta tanto en verano como en invierno son los productos de higiene personal, sobre todo para los niños, pañales, potitos, a parte de evidentemente los productos más caros, como la leche y el aceite”.
Carbonell resalta que “normalmente la gente suele responder más a las campañas de navidad porque son cuando se realizan, también porque debe de ser que es cuando la gente va más al supermercado”. El banco ha realizado una campaña este verano, “pero ha sido más floja, quizás estamos más concienciados", resalta Carbonell.
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