FOTOS DE MANU MIELNIEZUK

Manifestación 25N en Mallorca: Las feministas de Mallorca hacen suyo el «se ha acabado»

Un millar de manifestantes recorren las avenidas contra la violencia machista para recordar a las víctimas y «no dar ni un paso atrás»

Myriam B. Moneo

Myriam B. Moneo

Las feministas de Mallorca hicieron suyo ayer el 'se ha acabado' de Jenni Hermoso para salir a la calle y gritar a pleno pulmón contra «el terrorismo machista», recordar a todas la víctimas y enfrentarse «al Estado patriarcal». También estuvieron presentes las mujeres palestinas. Un millar de personas recorrieron las avenidas de Palma en la manifestación convocada por el Movimiento Feminista de Mallorca este 25N, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.

Las referencias a la jugadora de la selección española de fútbol, que denunció por el beso no consentido que le espetó Luis Rubiales en la celebración por la victoria en el Mundial femenino, trufaron el manifiesto que se leyó al final de la manifestación. Se convocó bajo el lema Aturem el terrorisme masclista. Partió del parque Ses Estacions y recorrió la avenida Alemanya hasta la conocida como plaza del Tubo.

Los manifestantes se fueron congregando en el parque de Ses Estacions. Pasadas las seis y media de la tarde, comenzó la marcha. Al principio la Policía solo había cortado dos carriles de la calzada, insuficientes para desfilar con seguridad. No quedó más remedio que cerrar los cuatro.

Tras la pancarta del Movimiento Feminista que encabezaba la protesta otra de mayor tamaño colocada en plano horizontal, delimitaba un área para todas las que ya no están, las asesinadas. Espacio para las mujeres ausentes, rezaba. Como si irradiara un inmenso sentimiento de dolor nadie caminaba cerca del cartelón.

Las proclamas, diversas. «¡No son muertas, son asesinadas!»; «¡Tranquila, hermana, aquí está tu manada!»; «¡Si esto no se arregla, guerra, guerra ,guerra!»; «¡Estamos hasta el culo de tanto machirulo!»... Cuatro tamborradas animaron a los manifestantes.

«Esperábamos más gente», declaró Anna Prats, una de las portavoces del Movimiento Feminista. Recordó la condena contra los feminicidios, «53 en el Estado español, 94 según las cifras no oficiales» solo este año. Prats criticó el «cambio de nombre vergonzoso» de la conselleria del Govern «a la que yo llamo de conselleria de Familia Patriarcal». Lo considera «un ataque al feminismo» y lamentó la reducción de los presupuestos «para concienciación, prevención y sensibilización». La portavoz condenó a las formaciones «negacionistas de la violencia machista. Estamos alejadas de los partidos políticos».

Sobre la división de los colectivos feministas, Prats reconoce que «de momento parecen irreconciliables», situación que se replica en «todo el Estado español. Ojalá pudiéramos estar unidas».

«Hoy, más que nunca, queremos hacer nuestro el ‘se ha acabado’ que proclamó Jenni Hermoso, a quien agradecemos haber hecho evidente el patrón machista que nos condena a una vida llena de violencia», dijeron en su declaración final, leída en la plaza del Tubo, ya con menor cantidad de asistentes.» Lo decimos alto y claro: no solo fue un ‘piquito’, sino la punta de un iceberg que hace décadas que las feministas de todo el mundo denunciamos». «Se ha acabado la impunidad», continuaron, y con referencias a la pornografía, los prostíbulos, «las manadas de hombres adolescentes, cada vez más jóvenes», la violencia psicológica, la económica, la vicaria o la exigencia de «leyes valientes». Además se leyó otro manifiesto con la participación de la comunidad palestina ante el conflicto en Gaza.

Marta, profesora jubilada, se mostró «molesta» por la división del feminismo. Tampoco le gusta que participen en el 25N «sindicatos ni partidos ni otras historias». «La juventud va en retroceso, no entiendo que apoyen a Vox», lamenta.

El PP estuvo representado por la consellera de Familias, Catalina Cirer, la directora general Farners Saneiro y la del IB Dona, Catalina Salom, o el consellser insular Toni Fuster. El PSIB-PSOE, con su propia pancarta, por Catalina Cladera, Sílvia Cano, Rosario Sánchez o Andreu Serra.