La derecha exhibe sintonía y niega la segregación por lenguas en los centros educativos de Baleares

La oposición acusa al conseller Vera de haber quedado «desacreditado» después del plantón

Antoni Vera, conseller de Educación.

Antoni Vera, conseller de Educación. / Manu Mielniezuk

Irene R. Aguado

Irene R. Aguado

El acuerdo entre PP y Vox para la libre elección de lengua en los centros educativos de Baleares ha sentado como agua de mayo en la derecha. Después de varias semanas de crisis por la aprobación del techo de gasto, ambos partidos mostraron una clara sintonía ayer en el Parlament al defender su pacto: «No habrá segregación, sino desdoblamientos y grupos flexibles. Tampoco habrá autoritarismo, imposición ni inmersión lingüística obligatoria, sino libertad», sentenció el diputado de Vox Agustí Buades.

El representante de ultraderecha apeló al conseller de Educación, Antoni Vera, para transmitirle el apoyo de Vox a la hora de desplegar el plan en los centros: «Habrá obstáculos, nos pondrán piedras en el camino y nos tendrá a su lado. Pero exigiremos el cumplimiento del acuerdo», advirtió Buades. La bancada de Vox aplaudió casi todas las intervenciones de Vera en defensa del acuerdo.

La oposición, por su parte, acusó al conseller de haber quedado «totalmente desacreditado» después del plantón de la comunidad educativa el pasado viernes y el de STEI el lunes en la Mesa de Educación. De hecho, la diputada socialista Amanda Fernández exigió a Vera que dimita por haber pactado con Vox «un ataque a la lengua» como moneda de cambio para el techo de gasto y le advirtió que con esta jugada «perderá la convivencia en los centros educativos».

A las críticas de todos los partidos de la oposición, Vera defendió que el plan se desplegará de forma «consensuada» con la comunidad educativa, a la que convocará «las veces que haga falta» para implementar la libertad lingüística en los centros. También usó la baza de la ley de amnistía de Pedro Sánchez en varias ocasiones para responder a las críticas: «Segregar es crear españoles de primera y de segunda y condonar deudas por intereses políticos», zanjó.

USO aboga por el modelo actual

Por otro lado, el sindicato mayoritario en la escuela concertada de Baleares, USO, pidió ayer en un comunicado mantener el Decret de Mínims y «huir de confrontaciones que repercutan negativamente en la calidad educativa y en el consenso logrado en dicha materia».

El sindicato no se posicionó explícitamente en contra del acuerdo de PP y Vox para la libre elección de lengua en las escuelas, pero sí defendió el modelo lingüístico actual: «Reivindicamos, como establece la Ley de Normalización Lingüística, que se garantice en todas las escuelas el porcentaje mínimo del 50% de la carga lectiva en lengua catalana», manifestaron desde la entidad. De esta manera, hasta ahora, ningún sindicato docente, sin distinción ideológica, ha respaldado el plan que quiere implementar el Govern, más allá de la patronal de la concertada Escola Catòlica, que se ha desmarcado del resto de la comunidad educativa.