El 'pin parental' llega a Baleares tras el acuerdo de PP y Vox

Los padres podrán vetar los contenidos que se imparten en los colegios y que consideran inadecuados para sus hijos en cuestiones como la identidad de género, el feminismo o la diversidad LGTBI

Idoia Ribas celebra que es "una reivindicación de nuestro partido que el PP tendrá que asumir"

Aula de un colegio.

Aula de un colegio. / EP

Guillem Porcel

Guillem Porcel

El pin parental llegará a Baleares con el acuerdo firmado entre PP y Vox. Pese a que el término no aparece de forma directa en el documento, la portavoz de Vox en el Parlament, Idoia Ribas, ha explicado este mediodía que las materias extracurriculares pasarán a ser voluntarias y se garantizará el conocimiento y la aprobación de los padres para que sus hijos acudan a estas actividades. Esta siempre ha sido una de las líneas rojas de Vox y Ribas lo ha dejado claro: "Es una reivindicación de nuestro partido que el PP tendrá que asumir". Por tanto, el pin parental permite a las familias eludir y vetar los contenidos que se imparten en los colegios y que consideran inadecuados para sus hijos.

Esta medida ya se tomó en la Región de Murcia, donde generó una gran contestación social por parte de la comunidad educativa y la sociedad. Allí los padres podían pedir que les informaran previamente, a través de una autorización expresa, sobre cualquier materia, charla, taller o actividad que afecte a cuestiones sobre la identidad de género, el feminismo o la diversidad LGTBI para que los progenitores puedan dar su consentimiento para que su hijo asista o no.

En el texto firmado por PP y Vox se puede leer lo siguiente: "Reforzaremos la inspección educativa para preservar la calidad de la enseñanza y la ausencia de intromisiones ideológicas. Además, implementaremos los mecanismos necesarios para garantizar el conocimiento y la aprobación previa de materias extracurriculares, así como su voluntariedad". En la Comunidad Valenciana, región pionera en pactos de PP y Vox, el acuerdo hablaba de "los padres elegirán libremente y en su caso autorizarán el contenido de las actividades extracurriculares", una descripción casi calcada de lo que se ha acordado en Baleares, y también prometían "reforzar la inspección educativa para preservar la calidad de la enseñanza sacando la ideología de las aulas y permitiendo que los padres elijan la educación de sus hijos".

La presidenta de la entidad, Cristina Conti, recordaba hace unos días en conversación con Diario de Mallorca que el derecho a la educación «es de los menores y no de sus padres», con lo que los niños tienen el derecho a ser educados en valores de igualdad, en sexualidad, tolerancia y en general en el respeto a los valores democráticos. En aquel momento solo certificaba que "se garantizará la voluntariedad de las actividades extracurriculares", aunque ahora ya es definitivo.