El superyate ruso Tango, del oligarca Viktor Vekselberg, cumple un año en Mallorca confiscado por Estados Unidos

El buque, amarrado en el Club de Mar, no sufre el menor signo de abandono y Estados Unidos sigue pagando religiosamente la factura de su mantenimiento a través de una empresa consignataria de Mallorca - Biden congela por ahora su intención de vender el yate para destinar el dinero a Ucrania

El yate ruso Tango en su actual amarre del Club de Mar de Palma

El yate ruso Tango en su actual amarre del Club de Mar de Palma / Redacción

Redacción

Los barcos mueren en tierra. Pero el super yate rusoTango, propiedad del oligarca ruso amigo de Putin Viktor Vekselberg, cumple hoy un año amarrado en Mallorca desde que fue confiscado por Estados Unidos. Y lo hace sin la menor señal de abandono. Todo lo contrario, en el renovado pantalán exterior del Club de Mar de Palma, donde fue trasladado el 1 de septiembre desde Astilleros de Mallorca, sus 77 metros de eslora lucen como si ayer mismo acabara de ser botado, con sus tres cubiertas relucientes, el brillo intacto de su casco de acero bicolor y el cuidado constante de un equipo de mantenimiento. Por ahora Estados Unidos sigue pagando religiosamente las elevadas facturas a través de un consignatario de Mallorca, ha podido confirmar este diario.

El 4 de abril de 2022, hoy hace un año, un mes y medio después del inicio de la invasión rusa de Ucrania, y en medio de la  ofensiva internacional contra las propiedades de oligarcas rusos vinculados al Kremlin, la Guardia Civil incautó el Tango de Viktor Vekselberg, valorado en 110 millones de euros. El instituto armado actuó a instancias de Estados Unidos, en una operación conjunta con el FBI y la Homeland Security Investigations (HSI), que además accedieron al interior del buque y se incautaron también diversa documentación y dispositivos informáticos.

 El yate se encontraba desde finales de enero en Astilleros de Mallorca sometiéndose a una puesta a punto para zarpar inmediatamente. Pero ya no se movió de allí hasta septiembre, cuando fue remolcado hasta el Club de Mar para que Astilleros Mallorca pudiera seguir con su actividad. En su nueva cárcel sin barrotes del Paseo Marítimo ha cumplido ocho meses más de condena como la joya más vistosa de cuantas ocupan los pantalanes, rivalizando con el perfil de la Catedral de fondo.

Posteriormente la Guardia Civil y el FBI continuaron con sus investigaciones.  El FBI siguió tomando declaración a miembros de la tripulacióndel Tango y a otraspersonas vinculadas con el yateTodo con el fin de buscar pruebas documentales para ratificar que el Tango es propiedad de Vekselberg y que además trató de ocultarlo, tal y como se recoge en la declaración jurada del FBI que acompaña y apoya la orden de incautación cautelar de la embarcación procedente del Juzgado del distrito de Columbia, a la que tuvo acceso este diario.

En dichas páginas se subraya que el magnate ruso de origen ucraniano habría cometido presuntamente fraude bancario al estructurar toda una serie de transacciones financieras relacionadas con el Tango, que ocultaban a la verdadera propiedad "y que llevaron a que las instituciones financieras estadounidenses procesaran transacciones en dólares americanos", señala la declaración jurada. "Además existe una causa probable para creer que las prácticas engañosas hicieron que las instituciones financieras de Estados Unidos no realizaran investigaciones en torno a dichas transacciones y no informaran en consecuencia al departamento de Tesorería", recoge el informe del FBI.

Richard Masters, el ciudadano británico residente en Mallorca acusado de ayudar a Viktor Vekselberg a ocultar el yate Tango

Richard Masters, el ciudadano británico residente en Mallorca acusado de ayudar a Viktor Vekselberg a ocultar el yate Tango

El presunto colaborador de Viktor Vekselberg en Mallorca

El pasado mes de enero las pesquisas fueron un poco más allá. La Audiencia Nacional dejó en libertad a Richard Masters, el empresario británico afincado en Palma cuya extradición reclama Estados Unidos por colaborar con el oligarca ruso Viktor Vekselberg para ocultar la propiedad del yate Tango y eludir así las sanciones impuestas por los norteamericanos. El magistrado ha retirado el pasaporte a Masters y le ha impuesto comparecencias mensuales en los juzgados como medidas cautelares.

El Departamento de Justicia de Estados Unidos acusa a Masters, fundador y propietario de la empresa Master Yatchs, con sede en el Paseo Marítimo de Palma, de utilizar un nombre falso para el megayate de Vekselberga fin de eludir así las sanciones que se le habían impuesto en 2018 por sus vínculos con el presidente ruso Vladimir Putin.

Viktor Vekselberg, del imperio del aluminio al coleccionismo de huevos Fabergé

Viktor Vekselberg, amigo personal de Putin, es la cuarta fortuna de Rusia, valorada en nueve mil millones. Posee el emporio de aluminio más grande del mundo, además de invertir en el sector energético o las telecomunicaciones y ser coleccionista de arte. Se hizo famoso en 2004 tras adquirir por cien millones a la familia Forbes nueve huevos de Fabergé. Es presidente de la empresa de gestión de activos Renova Group y en 2018 fue sancionado por Estados Unidos por ser uno de los oligarcas cercanos a Putin. Sus bienes en territorio estadounidense quedaron embargados.

Un barco de prestaciones superlativas y lujo interior

Vekselberg se hizo construir el yate Tango en 2011, dotándolo de una prestaciones superlativas pesa a sus 77 metros de eslora, pues es capaz de alcanzar los 22 nudos. Los interiores, por su parte, están entregados al lujo. Los alojamientos para doce huéspedes se encuentran en la cubierta principal, mientras que hay una cubierta privada para los propietarios con su propia zona de asientos en popa, un camarote de manga completa, es decir todo el ancho del barco, y un estudio independiente. También cuanta con una piscina a contracorriente para hacer deporte, un salón de masajes y belleza y una amplia cubierta de sol con cine al aire libre, sin contar con alojamiento para 20 tripulantes.

Estados Unidos congela por ahora la venta de los activos incautados para ayudar a Ucrania

Un mes después de la incautación, Estados Unidos aprobó en su cámara representantes una reforma legal para vender el Tango y otros bienes incautados a los oligarcas rusos y dedicar los beneficios a la ayuda militar y humanitaria a Ucrania, detalló el New York Times, un deseo compartido por demócratas y republicanos que se reflejó en una abrumadora mayoría de  417 a 8.

“¿Podemos imaginarnos”, preguntó el diputado demócrata Tom Malinowski en la Cámara de Representantes, "devolver toda la riqueza de Rusia —los yates, las cuentas bancarias, las villas, los aviones— a Putin y su compinches mientras Ucrania yace en ruinas, mientras los ucranianos entierran a sus muertos? No podemos imaginarnos haciendo eso. No haremos eso”, manifestó el promotor del proyecto de ley, junto al republicano Joe Wilson.

Sin embargo, el presidente Joe Biden todavía no ha tomado una decisión firme al respecto. Quizá porque, como señala el mismo rotativo estadounidense, se trata de una medida sin precedentes que supondría una ampliación muy significativa de la autoridad presidencial en sanciones a Rusia, pero que evitaría que estos activos languidecieran y con el tiempo Estados Unidos tuviera que devolverlos a los colaboradores de Putin.

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