Estados Unidos ultima la reforma legislativa que le permita vender el yate ruso Tango, incautado en Mallorca y propiedad del magnate Víktor Vekselberg, uno de los oligarcas más cercanos a Vladimir Putin. El fin de la operación es utilizar los fondos obtenidos con la transacción para enviar ayuda militar y humanitaria adicional a Ucrania y evitar que el yate pueda volver algún día a manos de su propietario, uno de los hombres más ricos de Rusia, con una fortuna estimada que supera los 9.000 millones. Víktor Vekselberg es propietario de la primera empresa mundial de aluminio, posee intereses en la industria petrolera y es uno de los mayores coleccionistas de arte del mundo.

Según información del New York Times, la Cámara de Representantes aprobó el miércoles por abrumadora mayoría un proyecto de ley que instó al presidente Joe Biden a vender los activos de lujo congelados de los oligarcas rusos afectados por las sanciones y utilizar los fondos para proporcionar ayuda militar y humanitaria a Ucrania.

La legislación no es vinculante para el presidente, señala el rotativo, pero su aprobación por 417 a 8 reflejó un deseo compartido por demócratas y republicanos en el Capitolio para que el presidente adopte una postura más agresiva, mientras Estados Unidos y los aliados europeos deciden qué hacer con los activos rusos incautados en respuesta a la invasión rusa de Ucrania.

La votación se produjo un día después de que el fiscal general Merrick B. Garland dijera en el Senado que la administración solicitaría al Congreso una mayor autoridad para confiscar y liquidar propiedades rusas. “Apoyaríamos la legislación que permitiera que parte de ese dinero fuera directamente a Ucrania”, dijo Garland.

El senador Chuck Schumer, demócrata de Nueva York y líder de la mayoría, está consultando con la administración de Biden sobre el asunto y le gustaría incluir una disposición que otorgue al presidente autoridad para vender los activos rusos incautados para enviar ayuda adicional a Ucrania, un paso que Congreso espera que se considere en los próximos días, dijo un portavoz.

El periodico estadounidense señala que las palabras de Garland dan un impulso a los partidarios del proyecto de ley, que se ha enfrentado a una serie de cuestiones legales espinosas en sus intentos de encontrar una manera para que Estados Unidos transforme los bienes incautados en ayuda para Ucrania.

Agentes del FBI y Aduanas de Estados Unidos registran junto a la Guardia Civil el yate ruso Tango

Agentes del FBI y Aduanas de Estados Unidos registran junto a la Guardia Civil el yate ruso Tango G. Civil

Se trata de una medida sin precedentes que supondría una ampliación muy significativa de la autoridad presidencial en sanciones a Rusia, que evitaría que estos activos languidecieran y con el tiempo Estados Unidos tuviera que devolverlos a los colaboradores de Putin.

“¿Podemos imaginarnos”, preguntó el diputado demócrata Tom Malinowski en la Cámara de Representantes, "devolver toda la riqueza de Rusia —los yates, las cuentas bancarias, las villas, los aviones— a Putin y su compinches mientras Ucrania yace en ruinas, mientras los ucranianos entierran a sus muertos? No podemos imaginarnos haciendo eso. No haremos eso”, manifestó el promotor del proyecto de ley, junto al republicano Joe Wilson.

El pasado 4 de abril agentes del FBI y del Homeland Security Investigations (HSI) de EEUU y de la Guardia Civil registraron en Palma el yate 'Tango' del magnate ruso Víktor Vekselberg a instancias de una comisión rogatoria de Estados Unidos recibida en el juzgado de instrucción 2 de Palma.

El yate está vinculado al magnate del metal Viktor Vekselberg, cercano al Kremlin según la lista de sancionados del pasado 11 de marzo publicada por Estados Unidos. Una orden firmada por Biden bloqueó ese mismo día en el país norteamericano el yate atracado en Palma, además de un jet privado.

Desde la fecha de la incautación en las instalaciones de Astilleros de Mallorca, Estados Unidos aseguró a las autoridades españolas que se hace cargo de los costes de mantenimiento del megayate ruso Tango, unos 24.000 euros diarios.