Un bombero de Mallorca en el terremoto de Turquía: «Nuestros perros localizaron a dos mujeres vivas bajo las ruinas»

Toni Jaume, que junto al equipo del GIREcan ha participado en la búsqueda de supervivientes en Turquía, relata su experiencia: «Han sido días muy intensos»

El bombero mallorquín en Turquía

Xavier Peris

Xavier Peris

Toni Jaume, el bombero de Palma que ha pasado la última semana buscando supervivientes en la zona devastada por el terremoto en Turquía y Siria, regresó a Mallorca ayer de madrugada. Agotado por las maratonianas jornadas de trabajo, pero con una buena noticia en el recuerdo: los perros del equipo del GIREcan, del que formaba parte, marcaron el lugar donde posteriormente los equipos de rescate locales hallaron a dos mujeres con vida sepultadas bajo los escombros. «Ha sido muy duro, pero nos llevamos con nosotros todas las muestras de agradecimiento de las personas, que compartían con nosotros lo poco que tenían», comenta, ya de vuelta en la isla.

Toni Jaume relata cómo fueron las intensas jornadas vividas tras el terremoto, que en la madrugada del pasado lunes devastó una amplia zona de Turquía y Siria y causó más de 32.000 muertos.

«El equipo del GIREcan somos expertos en búsquedas de supervivientes en estructuras colapsadas», cuenta Jaume. «Nos activaron el mismo día del terremoto, el lunes por la noche, y a las seis de la tarde del día siguiente tomamos el avión a Estambul. De allí volamos a Adana, donde nos dieron un autobús y un camión para llegar a Gaizantep, en la zona afectada».

Allí ya percibieron el caos provocado por el terremoto. La autopista estaba cortada y las carreteras convencionales se colapsaron. Finalmente llegaron a la ciudad de Islayie, en la zona cero del seísmo y que estaba totalmente arrasada. Eran sobre las nueve de la noche del miércoles y se pusieron a trabajar de inmediato.

«Todo estaba deshecho, no era solo un edificio, eran barrios enteros», explica Toni Jaume. «Tampoco quedaban infraestructuras, ni luz ni agua. La gente dormía en la calle junto a las hogueras, con temperaturas de cero grados». De Islayie pasaron a Kirkhan, a treinta kilómetros de la frontera siria. Durante cuatro días apenas durmieron tres o cuatro horas diarias. «Durante los trabajos vivimos una réplica de 4,8 grados, y la verdad es que asusta bastante».

La mayor satisfacción les llegó al saber que en uno de los puntos que marcaron sus perros los equipos locales rescataron a dos mujeres con vida. El domingo, con los plazos de supervivencia ampliamente rebasados, emprendieron el regreso a España.

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