Repite vacaciones en Mallorca y reproduce actitud esquiva y el guión de salidas del pasado verano. Michelle Obama descansa sin su familia desde el martes pasado en la finca Ses Planes de Marieta Salassin su familia desde el martes pasado en la finca Ses Planes de Marieta Salas, junto al exembajador de EE UU James Costos y su marido el decorador Michael Smith. Huidiza, ocultando su rostro y escoltada hasta la desmesura, se escabulle de la prensa para practicar senderismo por el Camí des Correu, que conecta Esporles y Banyalbufar, navegar en el yate de un multimillonario y degustar delicias mallorquinas como el porc negre en algunos de los restaurantes más selectos de la Serra. El primer día almorzó con otra de las grandes protagonistas del verano mallorquín, doña Sofía, quien este año ha escenificado con más entusiasmo y orgullo que nunca su papel de abuela con las hijas de Letizia. Una estampa más con la que se ha tratado de zanjar la tensa escena que la emérita y la Reina protagonizaron en la misa de Pascua frente a la Catedral.

Vacaciones reales

Se anunció como el verano de la reunificación familiar, pero no pudo ser. Don Juan Carlos le había transmitido a su círculo más íntimo su firme intención de participar en las regatas cuando se cruzaron por el camino las revelaciones de Corinna y una vieja lesión de muñeca. Planes al traste, foto de los dos reyes juntos en el Náutico, frustrada. El verano mallorquín de los Borbones lo acaban encauzando las mujeres de Casa Real, con doña Sofía a la cabeza. La abuela cobra protagonismo, con la heredera Leonor sin despegarse de su brazo. Ante las circunstancias que atraviesa la Corona, se exhibe y se repite una imagen de familia unida y bien avenidaimagen de familia unida y bien avenida. Una sobreexposición mediática insólita que llega a su clímax con Letizia regresando a un Náutico que siempre le fue incómodo y poco agradable (allí fue donde pronunció su famoso "¿Tú crees que esto son vacaciones?"). Ha habido posados variados, con cambios de escenario y protagonismos inesperados, un poco más de color, pero muchas fotos idénticas: en la Almudaina, la batuta la cogió la heredera Leonor; en la pescadería del Olivar reinó Sofía al ventilador, con sus nietas, y una Letizia en segundo plano; en las escalinatas de Marivent, los Reyes posaron junto al presidente Pedro Sánchez y su esposa Begoña Gómez. Las salidas se completaron con el concierto en Port Adriano de Ara Malikian; una cena en el restaurante Ola de Mar del Portixol; la infanta Elena y Felipe VI coincidiendo en las regatas; o una escapada al cine de Felipe, Letizia y sus hijas antes de la entrega de trofeos. El día más tenso fue el de la recepción a la sociedad balear en la Almudaina, cuyos alrededores fueron ocupados por manifestantes a favor y en contra de la monarquíaocupados por manifestantes a favor y en contra de la monarquía. A palacio regresaron las corbatas, los colores oscuros, los uniformes, las botonaduras: en el cóctel se revivieron tiempos de clasicismo, se echó en falta savia nueva. Eso sí, la Familia Real llevó cosida la sonrisa durante toda la noche. De hecho, éstas han sido sus vacaciones oficiales más largas de los últimos tiempos en la ídilica isla. Dos semanas completas.

Políticos, de relax

María Dolores de Cospedal dio un poco de vidilla a una Copa del Rey que resultó algo deslucida en la vertiente social. La gran perdedora de las primarias a la presidencia del PP reconoció en las regatas de Palma que todo el proceso había sido "muy duro, pero estoy feliz". La exministra de Defensa se hizo a la mar con unos amigos. Pese a disfrutar de aguas mallorquinas, se confesó fiel a Marbella, su feliz Arcadia veraniega. Cuatro días después, el 9 de agosto, sorprendía en Es Baluard la presencia del ministro del Interior Fernando Grande-Marlaska, acompañando a su amiga Marta Moriarty, quien presentó un proyecto en el museo. El político, acompañado por su marido Gorka Gómez, conoció de primera mano Es Baluard y paseó por la calle Sant Feliu. Palma no es una novedad para el ministro, un habitual de los veranos mallorquines y huésped de Moriarty y su marido Jesús Huarte, quienes le abren las puertas de su finca Can Dioni en Pollença.

Deià, anonimato y diversión

El encanto de Deià es imbatible. Tramuntana, atmósfera bohemia y anonimato. El tiempo se para. Cada verano, la localidad reúne estrellas de la escena musical británica, de la moda y el cine. A mediados de agosto llegó Liv Tyler, la hija del líder de Aerosmith y musa de Bertolucci. Llegó acompañada de sus hijos y su marido David Gardner. Navegó con el fotógrafo Mario Sorrenti, el artista visual André Saraiva o Alexandre de Betak, uno de los organizadores de desfiles más reputados del mundo. Comió en Cas Patró March junto al locutor de la BBC Radio 1 Nick Grimshaw.

Su amiga la modelo Kate Moss repitió también visita a Deià, pero esta vez más calmada que la última vez. La gran fiesta del verano fue el cumpleaños de la esposa del bajista de The Clash Paul Simonon, Serena Rees. Su casa, entre Deià y Sóller, sonó a festival: actuaron Damon Albarn y el líder de Primal Scream, Bobby Gillespie. No faltaron en el cumpleaños el productor Bob Geldof, la actriz, cantante y modelo francesa Josephine de la Baume o la actriz Sadie Frost. La heredera de Inditex Marta Ortega también estuvo en otra exclusiva fiesta por la zona. La guinda la puso la rubicunda de Mad Men, January Jones, quien degustó la "mejor paella del mundo" en el restaurante de Sa Foradada y estuvo navegando hasta Sa Calobra, playa que calificó de "human soup".

Alfombra roja y pasarela

El mundo de la interpretación y la moda acostumbra a estar bien representado en los veranos mallorquines. Estos meses de calor han desfilado por la isla la británica Elizabeth Hurley, quien presentó nueva colección de baño en Puerto Portals. Adrien Brody, reincidente, en este caso puso la última pincelada a la exposición de Domingo Zapata en Palma, donde también estuvo presente una Ágatha Ruiz de la Prada más simpática y agradable que nunca. Habló con este diario de cómo Mallorca le purificó después de su divorcio con Pedro J. Ramírez.

Los actores daneses más reputados del cine también recalaron en sus rincones preferidos. Pilou Asbaek descansó unos días en casa de su madre, en Andratx; y el polifacético Mads Mikkelsen pasó unos días por la zona de Porto Cristo, donde estuvo comiendo pescado. El empresario inmobiliario Marcel Remus contrató para su fiesta a la supermodelo australiana Elle Macpherson, quien no abandonó las gafas de sol durante el photocall. La sorpresa fue la frescura, saber estar y simpatía de Tamara Falcó, que presentó su colección de verano en Ciutat y regaló un titular a los lectores de este diario: "Ha sido brutal, me quiero mudar a Palma". A esta lista, pueden añadirse: la actriz Silvia Alonso; el actor Álex González, que estuvo buceando junto al aventurero Jesús Calleja en la zona de El Toro; Álvaro Morte, el Profesor en la serie La casa de papel, habitual de la zona de Calvià; Angy; Caroline Vreeland, bisnieta de la mítica editora de moda Diana Vreeland; Rosario Nadal; la actriz Esmeralda Moya; la modelo Teresa Baca; el hijo de Michael Douglas, Cameron, quien regresó a Valldemossa después de ocho años de ausencia, o el cineasta Daniel Monzón, que celebró su 50 cumpleaños en Palma.

Músicos

Conciertos ha habido muchos: Pablo Alborán, Bad Bunny, Daddy Yankee, Ozuna, UB40, los Jackson. Mario Vaquerizo aterrizó también en Palma para participar en el Orgullosament de Inca. Manu Tenorio escogió Platja de Muro para descansar. Y Bisbal inspeccionó los fondos marinos junto a su novia Rosanna Zanetti. Gloria Estefan y su marido hicieron también parada y fonda en Sóller a finales de julio. Fue uno de los lugares donde celebraron su aniversario de boda. 40 años casados. Marta Sánchez hizo una visita relámpago. Maika Makovski se refugió en Cala Murada. Annie Lennox siguió su rutina en Esporles. Y Christina Aguilera sorprendió tras su paso por Palma. Cenó en el restaurante Sa Drassana y se fue de copas con amigos al bar de Es Baluard. Otra de las citas fue el premio Mallorquín de Verano 2018. Recayó en el periodista y presentador Joaquín Prat. De la televisión, también visitó la isla Prince Pelayo: recorrió la Miró de Cala Major.

Deportistas

Descorchó el verano el entrenador del Barça Ernesto Valverde. Cargó pilas junto a su familia en un hotel del sur de la isla. El norte fue elegido por Higuaín o el exguardameta del Barça Víctor Valdés. El deporte copó parte de las páginas de Sociedad este verano por la boda del jugador mallorquín de la NBA Álex Abrines con Carla García en Cap Rocat. No se perdieron la fiesta profesionales de la liga ACB como Joan Sastre, Álex Suárez, Nacho Llovet, Julen Olaizola o José Pozas, entre otros. También dejaron su huella la extenista Gabriela Sabatini o Marco Asensio. La subcampeona del mundo de natación sincronizada, Ona Carbonell, apoyó las regatas. Fue el caso también de Carlos Sainz Jr., quien hizo un paréntesis junto a su familia en la Costa de los Pinos. Pasó por el Club Náutico la medallista de halterofilia Lidia Valentín. No faltaron en el estío mallorquín Rudy Fernández con Helen Lindes. En cambio, el deportista por antonomasia de la isla, Rafa Nadal, prefirió Eivissa para navegar a bordo de su yate Beethoven rodeado de amigos y sin su novia Xisca Perelló.

Los rodajes

El primer famoso con mayúsculas que pisó la isla con el calor y dificultó el trabajo de la prensa fue el actor Idris Elba, creador y productor de la serie que se rodó durante las últimas semanas de julio en Mallorca, Turn Up Charlie. Netflix tomó secretamente Cala Serena, Cala d'Or, la playa del Mago o Sa Fortalesa de Pollença. Del protagonista sólo se filtraron imágenes en la redes. El otro gran rodaje del verano fue el de Love Island en Sant Llorenç des Cardassar. Doce solteros y solteras convivieron aislados del mundo en una lujosa villa de la localidad para el reality más visto de Reino Unido. Algunos capítulos de los Gipsy Kings se grabaron en Palma. También saltó la noticia de que la BBC rodará este otoño una serie policiaca en la Mallorca menos conocida.