Fútbol. Primera División.

Los socios del RCD Mallorca tras la polémica con la afición del Betis: "Hay que reubicar a los visitantes en otra zona más grande de Son Moix"

Abonados del club bermellón creen que lo sucedido con los seguidores del Betis en las gradas de Son Moix «no puede volver a pasar» y esperan que el club tome medidas de cara al futuro inmediato

Aficionados del Mallorca en la garda de Son Moix en el partido ante el Betis.

Aficionados del Mallorca en la garda de Son Moix en el partido ante el Betis. / Guillem Bosch

Miguel Chacártegui

Miguel Chacártegui

La polémica decisión de situar a la afición del Betis en un sector de asientos destinados a los seguidores del RCD Mallorca, que tuvieron que buscar una localidad libre, ante la falta de previsión todavía colea entre el mallorquinismo. Fueron imágenes insólitas y nunca antes vistas en Son Moix. Las redes sociales fueron un hervidero de críticas y el club respondió al día siguiente con un comunicado en el que pidió disculpas a los afectados y en el que aclaró que todo vino por decisión de la Policía Nacional.

Los socios consultados por este diario, todos ellos presentes en el estadio este sábado en el choque que enfrentó a los de Javier Aguirre y Manuel Pellegrini, narran como vivieron lo sucedido desde diferentes gradas, coincidiendo en una solución al problema, que no es otra que esperar que el club tome medidas y opte por reubicar a la afición rival en otra zona más grande del campo para evitar que la situación se repita.

Toni Perelló (socio n.º 2.961), uno de los 43 abonados que se vieron obligados a buscar sitio al estar el suyo ocupado por aficionado béticos, relata la esperpéntica situación que le tocó vivir al llegar al campo junto a su hijo. "Mi primera reacción fue de impotencia, nunca me había pasado. Habían invadido toda nuestra pastilla. Hablamos con uno de seguridad, que nos remitió a un voluntario del club y nos dijo que los habían colocado todos allí y que no podía darnos explicaciones. Le dije '¿Me tengo que buscar la vida?' Y me dijo que sí, que lo lamentaba. No tenía mucha opción. Tuvimos la gran suerte de que el sitio que elegimos no vinieron los socios, sino tendríamos que haber ido moviéndonos de un lado a otro", relata.

Que los propios seguidores del Mallorca, que han pagado y no poco por un asiento en Tribuna Oeste, tuvieran que "buscarse la vida" es lo que más ha enfadado a la afición. "Me pareció algo indignante. Que traten así a nuestra afición… No sé si fue un error, pero se han de depurar responsabilidades", critica Sebastià Oliver, presidente del Moviment Mallorquinista. "Tú no puedes mover a un aficionado del Mallorca que ha pagado su abono. Has de vender las entradas que haya para la afición visitante y ya está. Si tienes un aforo de visitante de 150 personas para la afición visitante, se han de vender 150 entradas con nombre y DNI", apunta.

"Viví todo con bastante incomodidad porque no te gusta que haya tanta afición rival en tu casa. Ante esto tampoco se puede hacer mucho, la afición bética aquí es muy numerosa y no hubo ningún incidente durante el partido. La indignación llega cuando se cambian de grada y que quitan el socio a socios y abonados que han pagado mucho dinero, esto me parece inadmisible", recalca Pep Lladó (n.º 408), de la Penya Es Berros.

"La culpa no la tienen los aficionados del Betis"

Tomeu Salvà, socio 9.051, cree que lo ocurrido fue culpa del club y exculpa a la afición del Betis. "No fue normal. No puede volver a suceder. La culpa no la tienen los aficionados del Betis. En el campo, aparte de cuatro comentarios aislados, no pasó nada del otro mundo. Animaban mucho, más que nosotros. Lo que no se tiene que hacer a los aficionados del Mallorca es cambiarles de un sitio a otro. Es culpa del club", señala.

Otros abonados como Lluc Alemany (17.884) creen que el club hizo bien en reubicar a los seguidores béticos, aunque recalca que deberían haberlo hecho también con el resto que estaban repartidos por el estadio. "Da un poco de rabia ver que otras aficiones disfrutan en tu casa. Pero la bética es una afición que lo hace siempre, ganen o pierdan. Que 2.000 personas hagan más ruido que 20.000 es significativo de ambas aficiones y lo que tenemos que hacer la próxima vez es gritar más nosotros", destaca.

Marc López (11.345) se encuentra en su misma corriente de opinión, entendiendo la decisión del club: "Pocas veces había visto algo así, por ello entiendo que al club le desbordara la previsión y, en consecuencia, los agentes de la Policía Nacional, encargados de la seguridad, tuvieran que adoptar esas medidas in situ".

"Hubo un fallo de seguridad"

El comunicado del club suscitó todo tipo de reacciones. Desde la aceptación y pasar página, a aficionados que esperaban algo más parte de la entidad. "Tendría que haber sido antes. El club dice que fue porque la policía lo quiso así... Que autorice a que salten la valla me sorprende. Hubo un fallo de seguridad. Tampoco hay que hacer leña del árbol caído. Hay que quejarse, que tomen nota y que no vuelva a pasar", recalca Perelló.

"Me pareció una explicación razonable ante las críticas de los aficionados. Creo que estaban bastante cogidos de manos e hicieron lo mejor para proteger la seguridad de todos", añade Alemany.

"Es bastante simple, un poco una patraña. No tiene mucho sentido. Lo que tendrían que haber hecho es arreglar y haber tenido las cosas claras antes de que pasase. Y piden perdón, pero no tiene ningún sentido, porque a los aficionados ya los han fastidiado", critica Salvà.

El problema no tiene solución fácil. Hasta ahora, el Mallorca no se había encontrado ante una avalancha de aficionados rivales en el estadio. La zona reservada al sector rival es muy pequeña en comparación con el resto del estadio, con cerca de 160 localidades, que cuentan con un precio reducido. Situarla en otro lugar del campo y hacerla más grande o que sea moldeable según la demanda son algunas de las propuestas. "Lo que haría sería acotar una zona mayor para la afición rival. Pondría un tope y a partir de aquí no se vende nada más a aficionados visitantes. Y si compran entradas en otro sitio, pues se tienen que quedar en su localidad", apunta Lladó, quien a su vez remarca la buena labor del club en muchos aspectos, aunque cree que este episodio les debe servir "para aprender y mejorar".

Posibles cambios

"Lo que no puedes hacer es meter a la afición visitante en una Tribuna Cubierta. Ahora que tienes el campo acabado hay que replantearse cosas, pueden meterlos en un fondo. Aquí porque somos tranquilos, pero puede acabar pasando algo. Se podría hacer una estimación y vaciar una pastilla o media para que vaya la afición visitante", propone Perelló.

Ante partidos importantes como el del martes día 6, en la semifinal contra la Real Sociedad, Alemany cree que debería haber algún cambio. "Previsión, por ejemplo con el partido de Copa o alguno de final de Liga en el que el rival pueda tener algo en juego. Realojar a los aficionados de esa zona y tener algún tipo de vallas movibles para poder ampliar la zona visitante", concluye.

El nuevo Son Moix ha vivido su día más complicado desde la reinauguración. El Mallorca y el mallorquinismo no quieren que lo sucedido vuelva a repetirse y tocará ponerse manos a la obra.

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