Primera División

El Real Mallorca reacciona tarde en Granada

Los bermellones suman su segunda derrota en tres partidos en Liga tras caer ante un conjunto nazarí que ha necesitado muy poco para marcar gol y que se ha encontrado con muchas facilidades en defensa

Abdón neutraliza el tanto inicial de Rubio, pero en la segunda parte Brian y Uzuni han ajusticiado a los de Aguirre, que más allá del arreón final con el tanto de Samú Costa han ofrecido una imagen muy preocupante en el Nuevo Los Cármenes

Maffeo se lamenta tras una ocasión fallada.

Maffeo se lamenta tras una ocasión fallada. / EP

Miguel Chacártegui

Miguel Chacártegui

El Real Mallorca ha sumado una nueva derrota en Liga, la segunda consecutiva, tras otro mal partido de los bermellones en Granada (3-2), al que le ha bastado entre poco y nada para marcar tres goles y dejar los puntos en casa. El gol de Abdón neutralizaba el tanto inicial de Rubio y un penalti fallado por Muriqi, pero la segunda parte ha sido para olvidar con regalos en defensa, pese al gol tardío de Samú Costa que ha dado una esperanza de empatar que no se ha dado.

La imagen de los bermellones en el Nuevo Los Cármenes ha sido preocupante, más allá del arreón final. Vale que el equipo está todavía por hacer, pero se espera mucho más de ellos. En defensa flojean por todos los costados, en el centro el balón no circula y para conseguir disparar a portería tiene que darse un milagro.

Ha sorprendido Javier Aguirre con su once. Primera titularidad para Sergi Darder, Abdón de acompañante de Muriqi arriba y Lato por Jaume Costa, cayendo al banquillo Morlanes y Amath. Más músculo y centímetros arriba, mayor creatividad en medio y más juventud en el lateral.

Pero como ante Las Palmas, la primera mitad ha acabado con la sensación de que el Mallorca se podía haber ido por delante en el marcador -más por ocasiones que por buen juego-, pero lo hacía con empate a uno y con un nuevo penalti fallado por Muriqi, que está pasando un momento bajísimo de forma y de confianza.

Los bermellones han podido adelantarse en el marcador a los diez segundos con una jugada fantástica tras el saque inicial. Una combinación en cuatro toques que ha dejado a Maffeo solo ante el portero, pero cuyo disparo se ha ido fuera. Era un buen inicio, pero no ha tenido una buena continuación.

El Mallorca, ya sea por la ausencia de Raíllo o por falta de contundencia, se ha vuelto blando atrás. Deja espacios donde antes no los había y ya no es tan invulnerable como el año pasado. Y sin que nada pasara, ha llegado el gol del Granada, que más allá de un tiro de Callejón, no ha creado peligro en los primeros 45 minutos. Una falta botada al área la ha despejado Lato, el balón ha caído en Callejón, que ante la falta de presión del lateral, ha puesto un centro medido y Miguel Rubio, que le ha comido la tostada a un flojo Gio González, ha batido con facilidad a Rajkovic.

Tres minutos después, sin embargo, Lato ha provocado un penalti claro. Pero Muriqi no se encuentra en este inicio de Liga y ha enviado el lanzamiento al palo. Mucho va a tener que trabajar el cuerpo técnico con el kosovar para que no se hunda, porque sin él el poderío ofensivo del equipo se reduce a muy poco.

La primera parte se iba sucediendo con faltas, tarjetas y mini-broncas por todo el campo, hasta que Darder, sin duda el que tiene más criterio con el balón, ha filtrado un pase y se ha encontrado con un regalo de Rubio, que la ha dejado pasar. Allí ha aparecido Lato, que ha cedido atrás para Abdón y cuyo disparo, tras repeler mal Raúl, ha acabado entrando en la portería protegido por Muriqi. Gol con sabor de Artà. El Mallorca acababa mejor, pero la segunda parte ha sido terrible.

Un minuto pasaba y Brian Zaragoza, con todo el tiempo del mundo en un centro del campo vacío, disparaba con el exterior, el balón rozaba en Valjent y despistaba a Rajkovic. 2-1 y de nuevo por detrás en el marcador. Y podía haber sido peor si Hernández Maeso no hubiese anulado una tarjeta roja directa a Gio tras consultar la jugada en el VAR.

El Mallorca ha acusado falta de ideas con el balón y se ha partido en exceso. Demasiados huecos por todo, jugadores fuera de sitio y sensación de que no saben muy bien qué hacer para defender, para recuperar y para atacar. Aguirre sacrificaba al uruguayo y a Abdón por dar entrada a Larin y Samú Costa. Y era el canadiense, que ha empezado igual de mal que Muriqi, quien metía la mano en el suelo y les regalaba un penalti a los locales que ha transformado Uzuni.

Todo parecía perdido, con los jugadores cabizbajos, pero en el minuto 86, Samú Costa recogía un despeje en el área para marcar el segundo y dar alas a los bermellones, que se encontraban casi sin buscarlo en el partido. Los nueve minutos de añadido daban cierta esperanza de encontrarse con al menos un punto. Larín la tenía en un mano a mano, pero Raúl estaba más acertado sacando la mano.

Y hasta aquí ha llegado el Mallorca en una nueva derrota en Liga, la segunda consecutiva en tres partidos. De nuevo, como ya sucediese hace dos temporadas, el Granada ha destapado las vergüenzas del conjunto bermellón. Aguirre, si es que sabe cómo, tiene mucho trabajo por delante.