Hablan los vecinos de Manacor: “Los efectos de una mezquita harían buscar otros lugares para vivir”

 Una representación de residentes del barrio de Fartàritx se reúnen con el alcalde Miquel Oliver para tratar de evitar un templo musulmán junto a su casa

Hablan los vecinos de Manacor: “Los efectos de una mezquita harían buscar otros lugares para vivir”

Hablan los vecinos de Manacor: “Los efectos de una mezquita harían buscar otros lugares para vivir” / Sebastià Sansó

Sebastià Sansó

Sebastià Sansó

Lo que para unos significó un intento de conciliación y explicar la realidad urbanística y social de un barrio, para otros fue un gesto sin novedades más allá de informar de la normativa y el poco poder de intervención. Este jueves por la tarde vecinos de la barriada de Manacor de Fartàritx se reunieron en 'secreto' con el alcalde y responsable de Urbanismo del municipio, Miquel Oliver, para tratar la polémica acaecida esta semana a raíz de la posible construcción de una mezquita en un solar de grandes dimensiones situado en la esquina de la calle Fàbrica con la calle Fartàritx.

Hace unos días salió a la luz el encuentro que el pasado 11 de febrero mantuvieron el alcalde y el imán de la comunidad islámica manacorina, a fin de conocer las posibilidades de desarrollo urbanístico, entre otros, de los terrenos que hasta hace unos años ocupaba la fábrica de embutidos Procam, junto a la plaza de la Concordia de Manacor. A raíz de esto, varios vecinos de la barriada empezaron a organizarse (están en proceso de montar una plataforma) para pedir que la futura mezquita se construyera “en un espacio menos sensible que el de un sitio histórico de molinos como es Fartàritx ”, explican.

En la reunión de este jueves, que tuvo lugar en la iglesia del convento de Sant Vicenç Ferrer (y donde estaba vetada la presencia de prensa por deseo del Ayuntamiento), Oliver les informó del estado de la cuestión que básicamente se resume en que todavía no existe ningún proyecto de mezquita registrado en el departamento de Urbanismo, y que cuando esto ocurra, se tramitará de la manera ordinaria y con todos los controles preceptivos habituales. Sin embargo, el alcalde les hizo saber a los asistentes que el solar de la calle Fàbrica no se encuentra oficialmente dentro de Fartàritx, sino que ya se rige por otras normas constructivas.

Distintas visiones

“El encuentro ha sido muy productivo y con un tono conciliador. Creemos que habrá buena voluntad por parte de los implicados y que llegaremos a buen puerto”, comentaban una parte de los vecinos a la salida de la reunión. En cambio, otros salían decepcionados al escuchar “que el Ayuntamiento ha dicho que no tiene poder sobre la compra, que cuando entre el proyecto se lo estudiarán, pero que en principio el solar no presenta ningún problema legal para edificar un templo”.

Una representación de la comitiva vecinal quiso leer un manifiesto que habían preparado para la ocasión, argumentando una serie de cuestiones referentes a estudios socio-económicos previos, las dificultades de aparcamiento o el estar sobre una zona, según apuntan, de riesgo de inundaciones. “Señor batle, por todo ello, entendemos que el barrio no puede soportar más presión de tráfico y masificación de gente ya que esto puede comportar que muchos de los ciudadanos se sientan incómodos en el barrio, disminuya la seguridad vial, merme el sentimiento de bienestar, y decidan buscar otros sitios para vivir. Esta construcción va moralmente contra todo lo que se plantea en el Pla General (PGOU), que era alentar la buena convivencia, buscar soluciones al problema del parking y apoyar la creación de zonas verdes”.

Por todo ello, además piden que se hagan público los informes del expediente de construcción en relación con este solar o terreno. También reclaman que se lleve a cabo un informe del impacto social y económico que supondrá este edificio para los negocios, viviendas y en definitiva para todos los habitantes de la barriada. Y se valore la posibilidad de facilitar otra ubicación que cumpla