Reuniones, firmas y pancartas contra la nueva mezquita prevista en Manacor

La comunidad islámica busca terrenos en el barrio para construir un nuevo templo que aumente la capacidad del actual, que se ha quedado pequeño

Sebastià Sansó

Sebastià Sansó

Vecinos del barrio de Fartàritx ya se han reunido para organizar y tratar de impedir la construcción de una nueva mezquita en la zona urbana de Manacor. Este mismo sábado ha tenido lugar, en el bar Trébol, el primer encuentro informal para tratar de hacer un frente común con el fin de conseguir que el nuevo templo no se edifique cerca de sus viviendas como, por el momento, está planteando la comunidad islámica local y así lo ha comunicado al ayuntamiento de Manacor. Este lunes por la noche en el solar de Procam se colgaron pancartas de protesta con mensajes como «queremos preservar nuestra identidad», «resistiremos cualquier intento de cambiar lo que somos» o «más molinos, menos mezquitas».

Uno de los solares donde se contemplaría levantar la mezquita.

Uno de los solares donde se contemplaría levantar la mezquita. / S.S.

La junta directiva de la actual mezquita, situada en el barrio de Sa Torre, se reunió el pasado 11 de febrero para informar a sus fieles sobre los posibles terrenos de la ciudad donde se podría diseñar un nuevo espacio de culto, que en principio conviviría con el que ya existe. Entre estos solares se encuentra el de la antigua fábrica cárnica de Procam, que se encuentra entre la calle Fàbrica y la calle Fartàritx (cerca de la santantoniera plaza de la Concòrdia), abandonada desde hace años y demolida en junio de 2022. En estos momentos, la propiedad pide casi 1,5 millones de euros, aunque en principio tenían previsto tratar de dividir el solar para proyectar distintos bloques de viviendas.

El hecho precisamente de que se trate de una antigua fábrica de embutidos, eminentemente de transformación de carne de cerdo en sobrasadas, ha generado dudas entre parte de la comunidad musulmana, que no ve con buenos ojos esta opción por motivos religiosos relacionados con este animal.

El segundo espacio que ahora mismo está sobre la mesa y que se está considerando sería el de una gran nave, también en la misma zona, donde hasta hace pocos años hubo un taller de carpintería, en la zona de la calle Teiet de Manacor. Ambas opciones, además de haber sido discutidas con sus propietarios, fueron expuestas hace poco más de una semana en la reunión que la comunidad magrebí, encabezada por el imán Mahmoud Es Souydy, mantuvo con el alcalde de Manacor, Miquel Oliver, para informarse de las opciones urbanísticas de los solares.

Cabe decir que ni el imán ni el alcalde de Manacor han querido hacer ningún tipo de declaración al respecto a la espera de una posible nota de prensa municipal que tendría lugar entre mañana y el miércoles, según fuentes municipales.

Mientras tanto, los vecinos explican que no están en contra de una mezquita como tal, pero sí de que sea de una superficie tan grande como la que está prevista. Y es que la actual mezquita de la comunidad islámica Attbchir y Attaaoun, situada en la Rambla dels Cossiers, ha quedado pequeña para dar servicio a parte de las casi 4.500 personas de Marruecos que ahora mismo están empadronadas en el municipio manacorí.

Mientras todo esto sucede, otros vecinos ya han iniciado paralelamente una recogida de firmas, que en estos momentos está cerca de llegar a los 500 apoyos. «El centro de la ciudad es un espacio ya congestionado, y añadir una estructura adicional podría aumentar el tráfico y la congestión», argumenta Rosa Pastor, creadora de la iniciativa. «Proponemos que se reubique esta nueva mezquita en las afueras del núcleo urbano donde haya menos impacto en el tráfico diario».

Oposición política

En cuanto a los grupos municipales del ayuntamiento de Manacor, Vox expresó oficialmente este viernes su oposición a la futura construcción anunciando que pondrá «todas las trabas posibles» para evitar que se materialice. Esteve Sureda, portavoz de Vox en el consistorio manacorí, señala que «la futura construcción ya estaba pactada con el alcalde, quien compró el voto de la comunidad musulmana, comprometiéndose a facilitar tal aberración».

Sureda sostiene que «la comunidad musulmana recibió instrucciones del partido nacionalista de izquierdas que gobierna actualmente en minoría en el Ayuntamiento, para facilitar la compra de un solar valorado en un millón y medio de euros». «No entendemos cómo se le puede dar prioridad a la construcción de una mezquita, teniendo en cuenta los problemas que existen en el área de Urbanismo, con los retrasos a la hora de conceder licencias de obra».

También el Partido Popular de Manacor informó el domingo en nota de prensa que «ante la polémica surgida por la posible construcción de una mezquita en el centro de la ciudad, desde el Partido Popular queremos manifestar nuestra firme oposición ante esta posibilidad», dice la presidenta del partido, Maria Antònia Sansó. «Basándonos en la realidad actual de Manacor en que el centro y sus servicios públicos están congestionados y sufren una fuerte presión humana, unido a las corrientes urbanísticas que indican que cualquier instalación o infraestructura con elevada capacidad de aforo se ubica en las afueras de las ciudades, creemos que en el caso que nos ocupa se debe replantear la autorización de una nueva mezquita siguiendo estas directrices teniendo en cuenta que un templo como el que se prevé proyectar podría reunir a más de mil personas», explican los populares.

«Ahora mismo a nadie se le ocurriría construir el auditorio con un aforo aproximado para 800 personas en el barrio de Fartàritx. A nadie. Cualquier persona puede ver que lo que necesita el centro de Manacor son aparcamientos, no nuevas infraestructuras que aumenten la presión en esta zona. Es cuestión de sentido común», sostiene Sansó.