Fent i desfent | El Ayuntamiento de Bunyola se opone a que jóvenes extutelados vivan en el centro del pueblo

Imagen del antiguo convento de las monjas franciscanas de Bunyola.

Imagen del antiguo convento de las monjas franciscanas de Bunyola. / DM

Fent | Pueblerinadas a cuenta de los jóvenes

Querida. El otro día leía en el DM que los chavales de hoy en día se estresan con las matemáticas, y por eso habrá que reblandecerlas para que entren mejor. Yo hace más de 20 años que pago hipoteca y todavía espero que Sánchez o alguno de sus antecesores hagan algo para remediar mi insomnio perpetuo con las deudas a largo plazo. También me crea ansiedad lo que pasa en Bunyola, que se ha puesto en pie de guerra contra la vivienda tutelada con el rechazo que suscita a algunos que jóvenes que luchan por integrarse en la sociedad salgan adelante. No me dirás que algo de pueblerino tiene el asunto... y yo tan campante creyendo que la Mallorca profunda caía más lejos. ¿Dónde está la empatía? ¿Por qué ese rechazo a lo nuevo, esa intolerancia a lo desconocido que nos hace renegar de proyectos como ese? Señores bunyolins, los chavales son el futuro de nuestra sociedad y, como todos, han tenido sus tropiezos. Sería injusto no darles una segunda oportunidad. No sean así. Mientras, en tu Manacor del alma se gasten els duros comprando un minigolf para derribarlo. És gros! Desde Sóller con amor.

Desfent | Un espectáculo más entretenido que Netflix

Querido, ¿con el show que hay montando en el Parlament, me sales con el minigolf de s’Illot? Está semana he estado inmersa en la ultraderecha. Tienen tanto odio acumulado que se odian entre ellos. Me flipa. Su espectáculo es mejor que cualquier comedia de Netflix. Menos mal que na Margalida nostra no les dio ninguna conselleria porque el festival de crisis en el Govern seria gros. En fin, ya han empezado a sonar campanas pidiendo elecciones. Si el patio en el Parlament sigue así de revuelto en la extrema derecha, basta esperar sentados porque ellos solitos se pelean y se separan. Exigir que los diputados y diputadas estén a la altura de las circunstancias (y evidentemente de su sueldo) es que ya no se debería pedir pero desgraciadamente el teatro baratero que estos días nos regala determinado grupo parlamentario no hace otra cosa que alejar a la ciudadanía de la política. En cuanto a Bunyola, en la misma línea: allà on no n’hi ha, no en cerquis. Menuda postura clasista y poco integradora. Eso sí, menos mal que Govern y Ayuntamiento son del mismo color político.