El hospital de Manacor agiliza las bodas para los pacientes paliativos

El Hospital de Manacor ya permite que los pacientes terminales que así lo soliciten, puedan casarse sin tener que hacer primero los trámites burocráticos que se requieren en todo proceso matrimonial civil. De esta forma es un juez quien después determina si el enlace es válido y legal con una comprobación posterior.

El Servicio de Atención a las Personas del hospital comarcal ha puesto en marcha un proyecto de humanización para que aquellos pacientes paliativos o terminales del centro puedan cumplir su deseo de contraer matrimonio con la persona querida. Según explican responsables del hospital manacorí "el proyecto nace de las experiencias vividas por las trabajadoras sociales que conviven en las plantas hospitalarias con este tipo de pacientes".

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Así es como desde el Servicio de Atención a las Personas se facilita a todo aquel paciente que lo solicite, la celebración de un matrimonio civil durante su ingreso. “Al tener esta solicitud cursada se contacta con el juez de guardia, que hace efectivo el matrimonio, tanto de manera presencial como mediante videoconferencia, siempre con la colaboración de dos testigos de la boda.

'In extremis'

Este matrimonio civil 'in extremis', como lo denomina el propio centro hospitalario, tiene la curiosidad de que sigue un proceso revertido en lo que se refiere al trámite burocrático; es decir, que primero se lleva a cabo el matrimonio y después el juez dictamina si es legal o no, en función del estado civil de los contrayentes.

“Por eso mismo, la celebración matrimonial católica no es posible en estas situaciones en las que se requiere rapidez, ya que los contrayentes deben aportar la documentación de su estado civil y la fe de bautismo antes de la consagración del sacramento, o cinco testigos que atestiguen que los contrayentes estén bautizados”, dicen desde el centro.

La boda se lleva a cabo en la misma habitación donde el paciente o pacientes se encuentran ingresados y el hospital regala a los contrayentes un ramo de flores secas y un pergamino con un poema de amor del catalán Miquel Martí i Pol.