Así ha reivindicado la Escola de Mallorquí de Manacor la lengua catalana

El 50 aniversario de la institución manacorina, instaurada en 1973, llena el auditorio con 800 personas y un enorme mosaico para el recuerdo

Sebastià Sansó

La fiesta para celebrar los primeros 50 años de la Escola Municipal de Mallorquí de Manacor ha sido apoteósica y entrañable. Cultural, lingüística y social. La que encarna a un pueblo que reivindica querer y poder seguir hablando en catalán en la escuela, en la administración o al ser atendido en la sanidad pública.

El acto ha comenzado con música, hilo conductor durante todo el espectáculo, y con el actor manacorí Toni Gomila como maestro de ceremonias y la proyección en una pantalla redonda de imágenes del documental 'Manacor 1966' del cineasta y pintor Antoni Riera Nadal. Se escenificó una clase de lengua, danzó ball de bot o se rapeó con el gran Rafael Swing y los alumnos más pequeños de la escuela, utilizando palabras en peligro por desuso.

“Yo hablo, pienso, sueño… y de momento trabajo en catalán” ironizó en su discurso el alcalde de Manacor, Miquel Oliver, antes de añadir “quiero ir al médico en catalán y al cine, que en la administración me entiendan y que mis hijos también lo puedan hacer; que dejemos de ser ciudadanos de segunda en Urgencias...” criticando “las ideas de bombero de los gobernantes de turno. Nos quieren hacer creer que hablar catalán es un castigo, ¡su falta de respeto sí que es un castigo!”.

Después ha sido el turno en el escenario de cuatro alumnas recién llegadas hace unos meses de Madrid, Colombia o Argentina que han demostrado su fluidez con el habla catalana.

Gran mosaico

Para finalizar, precisamente el primer director de la Escola, Biel Barceló, expresó sus sentimientos en una glosa que hizo poner en pie a las 800 personas que anoche no dejaron una butaca vacía. El colofón fue el despliegue del gran mosaico con las cuatro barras de la ‘senyera’ y el número 50 en negro, recreación del logotipo de la Escola de Mallorquí, acompañada por la interpretación y el canto de la Balanguera.