La directora de la Escola de Mallorquí de Manacor, Margalida Rosselló: «La ‘escola’ se ha adaptado a las necesidades de cada momento»

Margalida Rosselló es desde hace tres años la directora de la Escola Municipal de Mallorquí de Manacor. Si uno le pide un deseo por este 50 aniversario, no duda su respuesta: «Crecer y tener la fuerza para saber lo que necesita el pueblo. Poder seguir siendo este latido del pueblo». Eso sí, en este deseo tiene claro que «uno de los grandes retos es la inmigración y formar nuevos manacorins y manacorines en nuestra cultura y tradiciones». Deja claro que el «mérito» de que la Escola llegue con fuerza a sus bodas de oro viene de mucho atrás. De hecho, mantiene que «la Escola no es un edificio, la Escola es cada uno de los profesores que ha tenido y que tendrá y cada uno de los alumnos que ha pasado y pasarán por ella».

De hecho, recuerda las palabras del regidor Sebastià Llodrà. «Siempre dice que la Escola Municipal de Mallorquí es una deliciosa anomalía porque es una institución municipal creada durante el franquismo para velar por la difusión, protección y enseñanza de la lengua», detalla. «La reflexión que hacemos es que la característica que marca la Escola es que se ha adaptado y ha evolucionado. Eso es importante porque las instituciones culturales creadas en un contexto concreto a veces se quedan estancadas. La Escola ha sabido estar viva, ha sabido adaptarse a las necesidades de cada momento». Pone ejemplos. Así, recuerda como en 1973 empezaron 38 alumnos pero en las actas de 1977 la cifra era de 2.000. «No eran dos mil alumnos que iban físicamente a sa Torre donde estaba la sede antes. Es que la Escola cuando no se enseñaba catalán en los colegios de primaria, iba a dar clases a los alumnos de los centros escolares. En aquel momento, era necesario que asumiera aquella función porque nadie enseñaba catalán», argumenta. «Ahora hacemos talleres de rap y vídeos de difusión en redes sociales de niños cantando rap en catalán con palabras que se están perdiendo en Mallorca porque es lo que se necesita. Debemos concienciar a las nuevas generaciones que cualquier manifestación artística debe ser en su lengua», defiende.

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Así, Rosselló explica que también hacen cursos de acogida lingüística para los que llegan a Manacor. «La Escola ha sabido evolucionar y adaptarse a las necesidades de cada momento. Ha sabido ver cuál era el latido del pueblo. La Escola responde a una necesidad del pueblo. En 1982 empezó a hacer ball de bot porque dos alumnas de catalán lo pidieron. Ahora tenemos lista de espera de los cursos de ball de bot. Organizamos ballades y las plazas están llenas de gente joven. La escuela mira adelante con esta mentalidad de adaptarse a las necesidades del pueblo».

De moda

«El ball de bot está de moda», afirma rotunda. Acto seguido, lo razona. «Es un ocio que la gente busca. En las ballades la gente disfruta de exteriorizar lo que es suyo. La globalización ha hecho que haya un exceso de oferta que es maravilloso, pero también lleva a la gente a quererse definir y quedarse con lo suyo. Estamos orgullosos de exteriorizar nuestra cultura y ya no hay aquella visión folclórica de la cultura popular», opina una directora de la Escola de Mallorquí cuya misión será «seguir trabajando y pensando hacia dónde tiene que ir la lengua y la cultura popular».

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