¿Qué retos se marca como directora de la Escola Municipal de Mallorquí de Manacor?

Ahora, el mayor reto es seguir haciendo pueblo en esta situación de la pandemia. La escuela es una institución que desde 1973 es pionera, única en Mallorca en la lucha que ha hecho en la cultura, la lengua, nuestros valores y nuestra identidad. Siempre se ha movido con el pueblo y tiene un alumnado fiel. No perder este caliu, este sentimiento de escuela, de pueblo, no solo a través de los cursos de catalán, también a través de las clases de danzas rituales, ball de bot o de instrumentos tradicionales. Son actividades donde el alumnado es adulto y participa desde la convicción. Adaptar nuestro latido a la pandemia es el reto que me he encontrado.

Se ha apostado por cursos de catalán virtuales y por ampliar horarios de mañana y tarde. ¿Toda situación complicada viene acompañada de una oportunidad?

Este domingo terminan las inscripciones a los cursos de lengua catalana. Los hemos adaptado a esta situación. Tal vez era necesario hacer estos cambios y esta situación lo ha precipitado. ¿Ha sido una oportunidad? Si lo planteas así, sí. He empezado con mucha energía, tenía muchas ideas que las he aparcado porque la situación ha hecho que otras propuestas hayan sido más urgentes. ¿Cuáles son? Adaptarnos a la situación con propuestas en línea. Los cursos de lengua catalana virtuales tienen un gran éxito, hay mucha demanda ahora. Mucha gente se encuentra en ERTE, quiere acceder a bolsas de trabajo o a oposiciones y necesita el catalán como mérito o como requisito. Ahora hay una urgencia en tener esta formación. En un día tuvimos 929 visitas a la web. En los cursos en línea se ha apuntado gente de toda la isla. Eran necesarios para compatibilizar. Es una situación difícil pero tenemos que readaptarnos y nunca parar. Es el reto.

Además de latir al ritmo del pueblo, la intención de la Escola Municipal de Mallorquí es llegar a los otros núcleos de Manacor.

¡Exacto! Este año se hará un curso de xeremies, tamborí y flabiol a Son Macià y queremos ampliar las propuestas a las otras localidades del municipio.

La covid ha mermado la presencialidad, un puntal en la Escola para alimentar este sentimiento de pueblo...

La parte que quiero trabajar es la presencialidad que teníamos y que ahora hemos perdido. Hacíamos conferencias y monográficos pero ahora es complicado pero se hará. Ya tenemos dos monográficos. Retomaremos el de Periodismo.cat que se hará de forma telemática si se hace antes de final de año o presencial si se hace en enero. Otro es el de memoria histórica. Se hará en febrero o marzo porque la apertura de la fosa de Son Coletes en Manacor ha despertado la necesidad de hacer un curso de Guerra Civil, represión, fosas y memoria histórica.

¿Son Coletes ha marcado un antes y un después?

Es de una importancia vital por el impacto que tiene a nivel de memoria histórica. Es abrir para cerrar. Ahora las familias tienen respuestas. Era una necesidad. Y es que es necesario hacer el monográfico para poner la información sobre la mesa para que diferentes expertos puedan dar respuestas a los manacorins y manacorines y podamos tener esta visión multidisciplinar de lo que es la apertura de la fosa. La Escola de Mallorquí siempre ha liderado monográficos sobre aquello que el pueblo necesita.

¿Qué representa la Escola de Mallorquí para Manacor?.

Es un puntal. Tenemos la gran suerte de contar con una institución dentro del municipio que vela por la difusión, la promoción y la defensa de la lengua y la cultura catalana. Vela por la difusión de las danzas rituales, las cultiva. Los cursos de sons de pagès se emprendieron porque había la consciencia de que las generaciones actuales los perdían. Llama mucho la atención la cantidad de gente joven que se ha apuntado a estos cursos. Se trata de no dejar perder lo nostro y de que las nuevas generaciones se lo hagan suyo. Es lo más importante. Es un lujo tener una institución como la Escola Municipal de Mallorquí en tu municipio porque tiene una oferta pensada para cubrir las necesidades del pueblo y, además, dar respuestas a las inquietudes de los ciudadanos. Al final todas las instituciones culturales nos retroalimentamos, todas hacemos Manacor porque despertamos la necesidad de cultura.