Personas mayores en Mallorca | Así han celebrado en el IMAS los 30 años de talleres de memoria

El ‘Equip de Vellesa i Família’ del IMAS celebra sus 30 años con más de 1.500 personas inscritas en algunos de los 75 grupos de cursos de estimulación cognitiva y habilidades sociales

Rosa Ferriol

Rosa Ferriol

El equipo de fomento de la autonomía del IMAS sopla sus 30 velas como servicio público de referencia. Conocido como Equip de Vellesa i Família (EVIF) hace tres décadas que fueron pioneros en poner en marcha los talleres de estimulación cognitiva con el objetivo de prevenir el deterioro cognitivo. Fue en 1994 y los primeros municipios fueron Algaida y Maria de la Salut. Además de ser los primeros en poner la salud mental en el centro de la atención, fueron pioneros a nivel estatal en dar apoyo a los cuidadores.

Este viernes el Consell de Mallorca ha rendido homenaje a usuarios y trabajadores en un emotivo acto celebrado en el teatro de Alaró. «Cuidar una persona mayor es una tarea de amor, con estas palabras de la madre Teresa de Calcuta, el presidente Llorenç Galmés rindió homenaje al equipo que durante el acto recordó sus orígenes, repasó su evolución y reflexionó sobre los retos del futuro. De hecho, estas 30 velas llegan con más de 1.500 personas mayores inscritas en algunos de los 75 grupos de talleres de estimulación cognitiva y habilidades sociales que hay distribuidos en toda la isla.

Bartomeu Barceló fue uno de los impulsores del proyecto, que confiesa que «hace 30 años creamos el servicio para gente mayor y sus familiares que los cuidan desde cero». «Creo que han llegado a un punto excepcional de madurez». Barceló fue rotundo al enumerar las aportaciones que este servicio da a los usuarios: «les aporta felicidad, cuidarse, estar con otra gente, no estar aislados y ganas de vivir». «Muchas veces estás solo y sabes que tienes a un grupo que te espera y que puedes compartir con ellos tus inquietudes, además llegas a aprender muchas cosas porque tenemos un libro con muchas temáticas».

Y así lo confirmaron ayer usuarios como Paquita Martín: «Nos lo pasamos genial. Son talleres de memoria pero nos reímos mucho. Es una manera de estar entretenidos y tener la ilusión de cada martes de acudir al taller». Igual de encantada se postuló Magdalena Gual: «Nos ayuda a pensar, a reflexionar y estamos en compañía». «Socializamos y nos aporta muchas cosas buenas, además nos permite reforzar habilidades», añadió Antonio Torres. Y es que precisamente, estos talleres son mucho más que memoria. Es el tejido social que se crea, es el café de después del taller, el quererse arreglar para ir a las clases o la excursión preparada. Es más que «una gimnasia mental», es una dinámica muy positiva para los mayores.

Trabajar de manera lúdica

La pedagoga María José de Prada explicó que lo que realmente hacen en los conocidos talleres de memoria es trabajar de manera lúdica y desenfadada todas las funciones cognitivas para prevenir cualquier deterioro cognitivo. «Nuestra tarea es de prevención. Además tenemos otros programas como el de familiares cuidadores. Fuimos pioneros en Mallorca y en el Estado. Cuando nadie pensaba en los cuidadores, nosotros ya hacíamos talleres para estos familiares. Es importante cuidar a los cuidadores porque cuidan a un mayor 365 días 24 horas y deben adquirir sin formación el papel de enfermero, médico, policía, trabajador social. Es agotador, necesitan aprender a cuidarse para poder continuar cuidando a una persona mayor», desveló ayer De Prada en el acto de Alaró.

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