Piden revocar la concesión del tren de Sóller e integrarlo en la red pública de SFM por supuestos incumplimientos

Las asociaciones Movilidad Mallorca (MoMa) y Usuarios del Tren (AUT) han exigido al Govern que revoque la concesión del Ferrocarril de Sóller al denunciar que esta empresa privada “no cumple con las condiciones establecidas y que la línea pase a la red pública de Servicios Ferroviarios de Mallorca (SFM)”.

En un comunicado, estas organizaciones recuerdan que el tren de Sóller es un servicio público inaugurado en 1912 cuya explotación se cedió por un siglo a la sociedad Ferrocarril de Sóller, una concesión que hace 18 años se amplió por 50 años más por el Govern presidido por Jaume Matas a cambio de realizar importantes inversiones en la mejora de la línea férrea y los convoyes.

En esa ampliación se establecían como condiciones respetar el itinerario Son Sardina, Bunyola, Sóller, Puerto de Sóller; realizar cuatro expediciones completas, como mínimo, todo el año, que los horarios se fijaran con un criterio de interés público y unas tarifas de los billetes establecidas por la Dirección General de Comercio.

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Sin embargo, MoMa y AUT denuncian que no hay rutas a primera y a última horas de la tarde y que las frecuencias en vigor no son de utilidad para los usuarios residentes.

Además, añaden, que cada año se suspende el servicio en temporada baja turística “con el argumento de que se hacen tareas de mantenimiento y sin ofrecer alternativas”, y que los precios se fijan “con criterios de obtener lucro de los usuarios turistas, con descuentos solo para los residentes en Palma, Bunyola y Sóller, pero no para el resto de mallorquines”.

Estas entidades también aseguran que tampoco se cumplen los cuatro servicios diarios por sentido que establece la concesión y que ni las estaciones ni los trenes están adaptados para personas con movilidad reducida.

Soterramiento

Además de la retirada de la concesión, AUT y MoMa abogan para que la línea se preste por el mismo trazado que la línea del metro a la Universidad hasta Son Sardina y que desde allí mantenga el recorrido hasta el Port de Sóller. A su juicio esto permitiría suprimir el trazado urbano en superficie en Palma y convertir el espacio que ahora ocupa en una "vía verde", eliminando la actual barrera entre barrios.

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