Vecinos de Santa Catalina y Es Jonquet se unen contra "el vandalismo, el ruido y los episodios de violencia"

Formalizan una alianza contra "el deterioro de la vida" que han sufrido los residentes de los dos barrios

Un cartel en una vivienda de Santa Catalina que pide "silencio, respeto, civismo".

Un cartel en una vivienda de Santa Catalina que pide "silencio, respeto, civismo". / Guillem Bosch

Jaume Bauzà

Jaume Bauzà

Representantes de las asociaciones de vecinos de Es Jonquet y de Barri Cívic de Santa Catalina han formalizado la unión de las dos asociaciones para «sumar fuerzas para afrontar los graves problemas que afectan a ambos barrios, ya que la mayoría son comunes y van en aumento de año en año". Ambas entidades señalan que «en la práctica» ya venían colaborando desde hace tiempo. 

«Los vecinos, muchos nacidos en la zona hace más de cincuenta años, hemos visto cómo la vida en estos barrios céntricos se ha ido deteriorando progresivamente volviéndose insostenible. En los dos barrios se viven episodios de vandalismo, deterioro patrimonial con multitud de grafitis en las paredes de las casas y hasta en los coches del vecindario. Y especialmente sufrimos ruidos continuos por las noches y las madrugadas», indican.

 «A estos problemas se añaden otros como la falta de parking o la concentración de pisos de alquiler turístico ilegal. Una de las cuestiones que más nos preocupan hoy es el incremento de episodios violentos. Cotidianamente, se producen amenazas verbales tanto por parte de algunos gerentes de bares, como por algunos de sus usuarios, así como episodios insólitos hasta la fecha de violencia física. Esta situación de enfrentamiento genera miedo entre muchos de los residentes, hasta el punto de evitar pasear por ciertas zonas por temor a recibir insultos o ser agredidos», afirmaron.

"Ausencia policial e institucional"

Asimismo, los vecinos han criticado "la desaparición de la presencia policial que se anunció en el verano de 2022 como medida especial, pero que no ha tenido continuidad este verano". En este sentido, lamentan "la falta de planes de seguimiento de las promesas políticas anunciadas, y la ausencia policial e institucional en el barrio no hace si no acrecentar la sensación de inseguridad y de indefensión de los vecinos".

Ambos barrios reclaman "mayor protección y la aplicación de políticas de seguimiento de los problemas que afectan al barrio" y combatir "esta gravísima realidad que impide la vida cotidiana en el barrio".