La respuesta del Ayuntamiento de Palma a las continuas denuncias de incivismo de los vecinos del barrio de Santa Catalina no han sentado nada bien a la asociación de vecinos. Cort replicó el martes a las denuncias de la entidad que no prevé la adopción de medidas adicionales más allá de las que ya se están ejecutando en la barriada de Santa Catalina. Y la teniente de alcalde de Seguridad Ciudadana, Joana Maria Adrover, añadió que esta barriada cuenta desde hace meses con una vigilancia policial reforzada y que se incluye cada fin de semana en el itinerario que se establece contra el botellón.  

"Pues se puede decir que esas medidas municipales no sirven de nada", asegura la Associació Veïns Barri Cívic Santa Catalina, que añade: "No reclamamos un policía en cada esquina, sino un policía de barrio que de día notifique y sancione, si es necesario, los incumplimientos de las ordenanzas municipales en innumerables locales", señala la representante de la entidad. "Hablamos de incumplimientos reiterados de ocupación de la vía pública de las terrazas, de aforo de bares y restaurantes, de ruidos, de salidas de humo, de suciedad en el espacio público, de vehículos mal aparcados que invaden pasos de cebras y esquinas y de mal uso del mobiliario público", detalla.

La entidad vecinal también denuncia que Cort "no revisa si las licencias se ajustan a la actividad que realizan algunos locales, ni si se respeta la normativa de no poner nuevos locales de restauración a ciertas zonas de la barriada". Y responde al Ayuntamiento de Palm que "si corrigiese todos los problemas citados la degradación y la presión sobre el barrio de Santa Catalina y disminuirían y mejoraría la convivencia".

"La autosatisfacción de la concejala de Seguridad Ciudadana, Joana Maria Adrover, es descorazonadora, da la impresión de que en realidad no es consciente de lo que pasa en el barrio de Santa Catalina", lamentan la portavoz de la Associació Veïns Barri Cívic.

Los vecinos de Santa Catalina pusieron de relieve el lunes que la situación de los vecinos del barrio es de completa desesperación frente al incivismo. nos sentimos desamparados por parte del Ayuntamiento de Palma, la Policía no actúa y nuestras continuas denuncias se pierden en el laberinto burócrático de los distintos departamentos municipales sin se tengan en cuenta ni tampoco se corrijan", denuncia la portavoz de la entidad.

Los problemas del barrio salieron a la luz por la difusión de un vídeo de sexo en la calle grabado el pasado fin de semana, la gota que colmó el vaso de la asociación en sus denuncias contra el incivismo.

Los hechos que les sirvieron para detallar todos los problemas que sufren. "Todos los problemas de incivismo que venimos denunciando se han incrementado ahora con el fin de las restricciones de la covid y la llegada de la primavera", lamenta la entidad. "Estamos hablando de botellón en las escaleras que conectan la calle Joan Maria Thomàs con Bisbe Moncadas, en la plaza del antiguo Mallorca Tenis Club; del consumo de alcohol en las calles Sant Magí y el entorno del Mercat de Santa Catalina de forma generalizada durante los fines de semana; de la celebración de fiestas multitudinarias en pisos con ruido y molestias a los vecinos durante el mes de abril, en concreto los días 16 y 23, en viviendas de Sant Magí y Fàbrica con denuncias interpuestas; de bares nocturnos haciendo ruido hasta más allá de las tres de la madrugada; de locales de restauración de la calle Fabrica que ni siquiera retiran el mobiliario por las noches y que durante los fines de semana amplían el horario de cierre y el espacio de sus terrazas sin recibir ninguna sanción municipal", denuncia la asociación, que añade que muchos restauradores "actúan con impunidad sabiéndose perfectamente a salvo de sanciones", subrayaron los vecinos en su denuncia