El gasto del mercado estadounidense se dispara: Bodas y cumpleaños también impulsan el auge del turismo americano en Mallorca

El turismo americano que llega a la isla para empaparse de su esencia histórica sigue pisando fuerte en Mallorca. Las perspectivas no pueden ser mejores. A pesar de que hasta finales de mayo no se reinicia la ruta estacional de United Airlines que une Palma con Nueva York, el mercado se reactiva antes. Las celebraciones, entre ellas bodas, con la fiesta previa y la posterior a la del casamiento o los cumpleaños, empujan este mercado en Mallorca. O los viajes a medida para recorrerla en bicicleta. Los datos certifican su crecimiento. Desde 2018 el número de viajeros estadounidenses en Baleares ha crecido en más de un 50 %, pero es que su gasto se ha disparado el 177 %. 

283.500 estadounidenses visitaron Baleares el año pasado. Entre 2018 y 2023 se ha pasado de 145.270 turistas a 283.500, un 50 % más. En 2022 llegó el vuelo directo

Los datos los ha recogido Essentially Mallorca, a partir de Datastur, organismo de la Secretaria de Estado de Turismo. Para la organización que representa a la oferta de lujo en la isla se trata de uno de sus mercados esenciales: para muchos de sus asociados ya es el primer mercado emisor. Desde 2018 a 2023 —aun con el impasse de la pandemia —, el archipiélago ha pasado de recibir 145.270 estadounidenses en 2018 a 283.500 el año pasado, en cifras redondeadas. Ha crecido más de un 50 % en visitantes. La progresión del gasto turístico que deja en las islas un mercado de alto poder adquisitivo que no escatima su desembolso cuando cruza el Atlántico es más llamativo: hace cinco años gastaron en Baleares 288,6 millones de euros; en 2023 su gasto superó 801,4 millones. 

801millones en gasto turístico en 2023. En 2018 los turistas de Norteamérica dejaron en el archipiélago 288,6 millones de euros. Cinco años después (habiendo superado la caída del covid), ha crecido el gasto más de un 177%

Los norteamericanos llegan atraídos por «el lujo silencioso» de Mallorca, según reza el eslogan lanzado por Essentially. Mar Suau, al frente de Foodie Cycling, un DMC (Destination Management Company, por su sigla en inglés), organiza viajes a medida para disfrutar de la isla en bicicleta. La agencia nacida en la isla hace tres años, que también está presente en el País Vasco y Cataluña, «apunta al segmento prémium» de Canadá y Estados Unidos. «Mallorca es un destino totalmente consolidado entre los turistas canadienses, estadounidenses o australianos. En ciclismo la isla ya es una meca. A los alojamientos espectaculares se suma su oferta cultural y gastronómica. Y por la seguridad en las carreteras; interesamos mucho como destino», dice la empresaria.

Ciclistas a la vista

Entre abril y mayo empiezan a desembarcar los turistas de alto standing que vienen a practicar el ciclismo en Mallorca. No importa que la ruta directa entre Palma y Nueva York no se reanude hasta el próximo 23 de mayo, dice Suau, veterana conocedora del mercado americano. «El vuelo ayuda, pero los estadounidenses vienen de todas formas. Están acostumbrados a hacer conexiones en su país. Si esa ruta se puso en marcha fue porque se detectó que ya existía el flujo» de viajeros. «Ojalá que el vuelo se mantuviera todo el año», expresa. 

De momento no será, la aerolínea apostó en su programación de verano 2024 por transformar en diaria la ruta entre la Gran Manzana y Málaga. No obstante, el vuelo Palma-Nueva York empezará una semana antes, a finales de mayo, y se mantendrá hasta final de septiembre. Esta mejora en la oferta de United, que se mantiene desde la temporada 2023, se acompañará este año con más plazas aéreas. United volará a la isla con un Boeing 767-400, con 231 asientos, en sustitución del Boeing 767-300, con 214 plazas.

En el Son Brull, hotel Relais & Châteaux de cinco estrellas, en la Serra de Tramuntana, el año pasado el mercado americano superó al británico, que ocupaba el primer lugar. Registraron 3.217 pernoctaciones de viajeros de Estados Unidos, frente a 2.963 de Reino Unido, enumera su jefa de Ventas y Marketing, Brenda García. En febrero ya han tenido 65 noches de hotel de estadounidenses. «Al cierre de 2024 esperamos que el mercado americano vuelva a ser el primero». Perderse en una de las 23 habitaciones o las cuatro villas del antiguo monasterio jesuita del siglo XVIII de la familia Suau, reconvertido en hotel, «les encanta» a los visitantes del Norte de América. También tienen peticiones para celebrar bodas, limitadas porque como máximo pueden acoger a 64 personas.

En los Jardines de Alfàbia a los matrimonios que celebran alemanes y británicos cada vez se suman más americanos y australianos, dice su gerente, Cristina Zaforteza. La situación geográfica de Mallorca y la diversidad de conexiones con el aeropuerto facilitan el traslado de los invitados repartidos por el mundo. A la boda se suma la fiesta previa y la posterior «en diferentes espacios».

En Palma, en el Nixe Palace se constata como ya los estadounidenses «nos contactan directamente». «En julio tenemos un cumpleaños para 60 personas», dice Delia Guzmán, su jefa de Ventas. En el hotel el americano ya es el cuarto mercado según las reservas de este año. También en el Jumeirah Port Sóller, abierto hace una semana, el turismo americano está más que asentado. «Fluctúa entre el segundo y el tercer mercado. Hay buenas perspectivas», certifica su directora, Cristina Sancenon. 

Viaje desde Brasil para elegir dónde casarse

Essentially Mallorca hace tiempo que también centra sus esfuerzos en conquistar mercados latinoamericanos. Otro potencial por desarrollar. Las grandes fortunas de las antiguas colonias tienen una querencia especial por los destinos turísticos con los que comparten lengua y cultura. A los turistas mexicanos que ya muestran interés en la isla se añaden los brasileños. Precisamente la asociación del turismo de lujo ultima los detalles para un viaje de familiarización (fam trip) de un agente brasileño que viene a seleccionar todos los detalles para el enlace de una pareja. Además, los contrayentes, que vendrán en septiembre con sus invitados a Mallorca, celebrarán una fiesta de preboda.

Bodas ‘fake’ de coreanos y japoneses

Si hay algo que perdura para siempre, a veces más que el amor, es el álbum de la boda. Los recuerdos ligados a la imagen, con las fotos o el vídeo del gran día de una pareja que decide formalizar su relación. El mercado asiático es una asignatura pendiente en Mallorca. Lo que más atrae a estos visitantes es el turismo de compras de las grandes capitales españolas. Sin embargo, la isla triunfa para celebrar una especie de boda fake. Esto es venir a Mallorca para celebrar únicamente la fiesta previa. Coreanos y japoneses se están desplazando para dejar para la posteridad, o en las redes sociales, constancia de que se casaron en Mallorca, aunque aquí solo tomen las fotos.

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