Carmen Riu: «A veces me da pena que mis hijos tengan más responsabilidad que los chicos que empiezan»

La hotelera, la bióloga marina Salud Deudero, el chef Álvaro Salazar y el nadador Xavi Torres, inspiradores para los jóvenes y sus valores

Álvaro Salazar, Carmen Riu, María Salas, la moderadora, Salud Deudero y Xavi Torres.

Álvaro Salazar, Carmen Riu, María Salas, la moderadora, Salud Deudero y Xavi Torres. / B. Ramon

Myriam B. Moneo

Myriam B. Moneo

«A veces mis hijos, que están continuando en la empresa, me dan pena porque tienen mucha más responsabilidad que los chicos que empiezan. Se les ha ido inculcando desde pequeños». Carmen Riu reflexionaba así ayer ante más de 250 estudiantes de ocho centros educativos de Mallorca en un evento que promueve entre los jóvenes el esfuerzo y la excelencia. «Se piensa que los ricos son los que van con el Ferrari como se ve en la televisión. Y no», hay que «ser mucho más responsable, tus padres tienen dinero y te la has de jugar más, has de trabajar más y comprometerte más. Quizás hubieran sido más felices sin tener esa responsabilidad».

Palabras de una madre, la consejera delegada de la cadena mallorquina que con casi un centenar de hoteles da trabajo a alrededor de 39.000 personas en diecinueve países. La sala Mozart del Auditorium de Palma estaba repleta de estudiantes atentos a las intervenciones de la empresaria hotelera; Salud Deudero, directora del Centro Oceanográfico de Balears; Álvaro Salazar, chef ejecutivo del restaurante Voro, perteneciente a Cap Vermell Group, y el nadador y medallista paralímpico Xavi Torres.

La charla que compartieron, moderada por la periodista María Salas, formaba parte del lanzamiento en la isla de Valores que construyen sueños, campaña iniciativa de la Cámara de Comercio de España y el Foro de Marcas Renombradas Españolas. Su objetivo es difundir entre los jóvenes la importancia del esfuerzo, el trabajo en equipo, la perseverancia o la humildad.

Soñar a lo grande

Como recordó el presidente de la Cámara de Comercio de España, José Luis Bonet, la idea de esta campaña nació de una conversación con Pau Gasol. «Hay que soñar a lo grande», les recomendó la presidenta del Foro de Marcas Renombradas Españolas, Sofía Osborne. El exjugador de baloncesto, a través de un vídeo eje central de la campaña, resume las claves del éxito: «Talento, esfuerzo, perseverancia». Le acompañan en la pieza audiovisual otros embajadores honorarios de la Marca España como Gasol, la científica María Blasco, la bailaora Sara Baras, el chef Joan Roca, la alpinista Edurne Pasabán, la soprano Ainhoa Arteta y el empresario Francisco Martínez-Cosentino. «La luz es ser feliz haciendo lo que realmente te gusta», reconoce Roca.

En clave local, Xavi Torres les dejó claro a los estudiantes de ESO, Bachillerato y FP del Col·legi Sant Vicente de Paül, Bellver International College, Col·legi Sagrat Cor, IES Alcúdia, L’Embat, Sant Josep Obrer, CIDE y Juníper Serra que además de que es nadador se formó en la universidad: «Soy politólogo de formación y la natación es mi profesión». «La sensación de libertad es lo que me enganchó al agua. No era competitivo, pero sí muy cabezota». Otro importante mensaje para los jóvenes de parte de un deportista para el que la autoestima y el optimismo son sus valores principales: «Hay que quererse uno mismo con todas las imperfecciones que la vida te da».

Aceptar el fracaso

Salud Deudero contó la suerte que tuvo porque sus padres eran «apasionados del mar» y veraneaban en Cala Gamba —donde «ya no encontrarás» ese crustáceo—. Por «el desconocimiento del mar» se convirtió en investigadora «en un país que no es de la cultura de la investigación. Es un error, es totalmente necesario». La bióloga marina confesó que estando en el equipo preolímpico de vela llegó el momento en el que tuvo que elegir. «El deporte me generó la disciplina y también la aceptación del fracaso. Es una microrecuperación que te curte para la vida».

Un Álvaro Salazar que compartió su nerviosismo ante la reapertura ayer del restaurante con dos estrellas Michelin recordó sus inicios. Sin antecedentes gastronómicos en la familia «empecé a cocinar para comer en casa». Tenía 14 años. Sus padres pasaban mucho tiempo fuera de casa por motivos laborales. «Esperaba con ansia ir a casa de mi tía Luisa, por sus salsas, sus reducciones». Aunque le gustaba pinchar por su afición a la música, el andaluz supo lo que quería hacer cuando con 18 años llegó a su primer restaurante con una estrella Michelin, en Ronda, Málaga. «Tenía mucho miedo, era un terreno hostil». Pero supo en ese momento lo que quería ser.

Carmen Riu no tenía claro sí quería incorporarse a la empresa familiar . «Mi padre pensaba que sí. Recién licenciada le surgió trabajo como economista en Barcelona. Lo tomó. Su decisión supuso «un gran disgusto familiar y una presión imposible de superar. Tiré la toalla». Regreso a Mallorca y a RIU. «Hoy lo tengo superado». En sus inicios, «jovencísima, siendo mujer y la hija del dueño» no lo tuvo fácil. «Con mucha humildad y apoyo y un gran equipo» hasta aquí ha llegado la hotelera.