El hotel del Imserso de playa de Palma que causó una intoxicación alimentaria podría ser multado con hasta 30.000 euros

Finalmente 85 jubilados se vieron afectados por vómitos y gastroenteritis, no 40 como se dijo inicialmente

Los resultados de las muestras tomadas por el servicio de Epidemiología confirman la presencia de enterobacterias en la comida en «niveles superiores a los esperables»

Una imagen tomada en la terraza del hotel Palma Bay Club Resort con algunos de los jubilados afectados por la intoxicación.

Una imagen tomada en la terraza del hotel Palma Bay Club Resort con algunos de los jubilados afectados por la intoxicación. / DM

I. Olaizola

I. Olaizola

El Palma Bay Club Resort, un hotel de s’Arenal que alojó a jubilados del Imserso las primeras semanas de este mes de febrero, se enfrenta a una sanción administrativa que podría oscilar entre los 5.000 y los 30.000 euros por provocar una toxiinfección alimentaria a 85 jubilados, según informan fuentes de la dirección general de Salud Pública. Estas mismas fuentes señalan que finalmente fueron 85 las personas afectadas por la ingesta de alimentos en mal estado pese a que inicialmente se habló de unos 40 jubilados perjudicados.

Los resultados de las analíticas realizadas a las muestras de alimentos recogidos en las cocinas del establecimiento determinaron que había «presencia de enterobacterias en niveles superiores a los esperables» que serían las responsables de la toxiinfección. Como se recordará, los jubilados afectados se pusieron en contacto con este diario para denunciar que padecían cuadros de vómitos y diarreas de manera generalizada que atribuyeron a la deficiente alimentación que se les servía en el bufé del citado establecimiento hotelero.

El servicio de Epidemiología actuó a demanda de los propios afectados el pasado 6 de febrero, cuando inspectores de ese departamento se personaron en las cocinas del establecimiento hotelero para tomar muestras de los alimentos servidos a los jubilados. En su inspección no encontraron ninguna muestra del menú servido a los usuarios del Imserso el día anterior así como tampoco de la preceptiva conservación de «muestras testigo» (restos de comidas servidas que deben congelarse y mantenerse durante un tiempo para, en caso de ser necesario, poder ser analizadas posteriormente).

Pero sí comprobaron que las cocinas padecían carencias en su infraestructura así como falta de higiene en la manipulación de los alimentos por parte del personal, circunstancias que motivaron que se paralizara su actividad. Los inspectores concluyeron su visita llevándose muestras de otros alimentos hallados en la cocina.

Tres días después, el viernes de esa misma semana, el servicio de Epidemiología decidió levantar la suspensión de la actividad de la cocina al comprobar que las irregularidades halladas se habían subsanado y tras impartir un curso acelerado a los cocineros sobre higiene y procedimientos en la manipulación de los alimentos.

Pese a ello, las analíticas de las muestras alimentarias determinaron la semana pasada la citada presencia de enterobacterias «superiores a lo esperable».

Con estos resultados, Salud Pública ha cerrado el expediente de investigación y va a proponer la apertura de otro sancionador por la irregularidades detectadas que podría saldarse con la imposición de una multa por una cuantía que podría oscilar entre los citados 5.000 y 30.000 euros, tal y como marca la ley de Seguridad Alimentaria 17/2011. 

Sobre el por qué de una horquilla tan amplia en la sanción que presuntamente se impondrá a la cadena hotelera, desde el departamento de Salud Pública que quedan muchas variables por analizar para determinar la mayor o menor gravedad de las deficiencias ya detectadas.

Otro brote con 8 afectados

Fuentes de Salud Pública señalaron que la sanción será impuesta a la empresa que opera con varios establecimientos hoteleros en la misma zona ya que, revelaron, en otro de sus hoteles se produjo otro brote de infección alimentaria unos días antes, el pasado 28 de enero, brote en el que se vieron afectadas otras 8 personas, también turistas del Imserso.

Varias decenas de los jubilados que se vieron afectados por vómitos y diarreas, no dudaron en atribuirlos a la comida que se les dispensaba en el establecimiento y que calificaron de «malísima». Una de ellos, Rosa Mari, procedente de la localidad guipuzcoana de Mondragón, refirió que los vómitos de ella y sus familiares empezaron el lunes por la tarde. «La comida es de malísima calidad. Un día te ponen pescado en escabeche y al día siguiente en salsa. Hay días que no sabes ni qué comer. Y por eso muchas noches cenamos de pizzas», denunció.

Salud Pública anticipó el resultado

El día en el que los jubilados se pusieron en contacto con este medio de comunicación para denunciar la presunta intoxicación alimentaria, un facultativo que dijo actuar en nombre del Imserso se personó en el establecimiento y, tras mantener una reunión grupal con varios de los jubilados afectados, no dudó en afirmar que se trataba de una «gastroenteritis vírica» no atribuible a la alimentación.

Pronóstico con el que coincidieron responsables del Palma Bay Club Resort, que atribuyeron las molestias de sus clientes a un virus respiratorio estomacal que, subrayaron, llevaba varias semanas circulando por los diferentes hoteles de la zona de playa de Palma que están iniciando la nueva temporada turística en estos días. Los contagios, en su opinión, se habrían producido durante las excursiones que realizan los diferentes grupos de jubilados en los mismos autocares sin llevar las protectoras mascarillas faciales.

No obstante, antes de conocerse los resultados de las analíticas que han confirmado la presencia de enterobacterias, la directora general de Salud Pública, Elena Esteban, aseguró a este diario que la causa más posible de ese brote eran los alimentos.

 «Por la rapidez en la que se ha producido y por el número de afectados, todo apunta a que se trata de una toxiinfección alimentaria», declaró la directora general que añadió que casi todos los casos se manifestaron al mismo tiempo y que los síntomas (vómitos y diarreas) fueron remitiendo igualmente de manera pareja.

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