La fractura total de Vox pone en jaque la gobernabilidad de Prohens

El Parlament vivió ayer un pleno esperpéntico en el que quedó claro que la supuesta reconciliación entre las facciones de Vox era una entelequia que no pasaba el mínimo filtro empírico. La ultraderecha bicéfala ahora habla a la presidenta del Govern por separado, desde posiciones totalmente enfrentadas. Ambas facciones mostraron públicamente que todos los puentes están volados y, por tanto, el entendimiento es nulo tras la expulsión fulminante de Gabriel Le Senne y Patricia de las Heras sin notificación previa a la dirección nacional.

En los últimos días, las dos partes han teatralizado varios intentos de aproximación para encontrar una solución factible a la cruenta crisis que vive Vox en Balears, aunque desde un primer momento las posturas eran férreas: mientras los rebeldes exigían a Gabriel Le Senne que abandonara su sillón de presidente del Parlament y volviera a su condición de diputado subalterno, el partido, a través del propio Le Senne, comunicaba a los díscolos que se aferraba a la presidencia de la Cámara y que en ningún caso dejaría el cargo tras ser expulsado sin aviso previo.

Mientras tanto, Marga Prohens siguió ayer con sus malabarismos dialécticos para evitar calificar de tránsfugas a sus cinco socios a pesar de que el expediente de expulsión ya había sido tramitado y solo faltaba la confirmación oficial. La presidenta regateó con suma habilidad los interrogatorios de los portavoces de Més per Mallorca y Més per Menorca, Lluís Apesteguia y Josep Castells, que trataron sin éxito que la dirigente autonómica hablara claro, y solo ofreció su valoración cuando llegó el turno de réplica a la líder de los diputados rebeldes, Idoia Ribas.

La dirigente autonómica abroncó a todos sus socios, divididos ahora en grupos de cinco, dos y una persona, por la situación «lamentable» que está viviendo el Parlament: «Tanto me da unos que otros, están todos obligados a cumplir con unos acuerdos de investidura porque los ciudadanos nos dieron una oportunidad para cambiar la manera de hacer política, no nos dieron un voto para hacer todo esto. Nosotros estamos, espero que ustedes, los ocho, también».

Prohens afirma que es «tan importante» que Vox sea capaz de reconducir la situación porque «nosotros cumpliremos y ustedes también tienen que hacerlo». Todo ello acompañado de un aviso: «Esto implica dar estabilidad y una mayoría en este Parlament». De momento el Govern mantiene el apoyo de los ocho diputados que en algún momento han formado parte de Vox, aunque no tiene garantizado su foto favorable en todas la votaciones por la implosión del partido en varios bandos. Sin ir más lejos, la presidenta de la formación, Patricia de las Heras, asegura que «no se entendería» que Prohens se apoye en los tránsfugas para seguir gobernando.

La primera autoridad de Balears también reivindica que su Govern se sustenta en el programa de gobierno del PP y los acuerdos con Vox: «Siguen vigentes y tenemos la voluntad de cumplirlos, no cambiaremos la hoja de ruta». Así, la presidenta defiende que no debe haber un cordón sanitario a Vox y pide cautela hasta que se pronuncien los letrados de la Cámara: «Nos toca ser respetuosos con los procesos internos de otros partidos y espero que se solucione lo más rápido posible, seguiremos con los acuerdos y con el cambio que nos pidieron los ciudadanos a pesar de esta situación lamentable».

La cúpula de Santiago Abascal dio ayer el paso definitivo hacia el abismo y ratificó la expulsión de Vox de los cinco diputados tránsfugas que echaron del grupo parlamentario a Le Senne y a Patricia de las Heras. A través de un escrito presentado en el Parlament por el propio Le Senne, la dirección nacional desestima los recursos presentados por los sublevados y confirma que ya no forman parte de la militancia ultraderechista de manera cautelar. «Con fecha 5 de febrero de 2024 se dictó resolución del Comité de Garantías por la que se desestimaban las alegaciones y se resolvía el recurso de reposición interpuesto por los denunciados contra la imposición de las medidas cautelares, acordando la confirmación de dichas medidas cautelares» expresa el secretario del comité de garantías nacional, Juan Calvo.

El documento registrado es muy claro y contundente respecto a los motivos por los cuales Madrid ha decidido dar por válida la expulsión de los cinco rebeldes del partido: «Los hechos sobre los que versa el expediente se refieren al incumplimiento por los denunciados de las directrices de los órganos del partido y del Reglamento lnterno del Grupo Parlamentario; así como con la expulsión de los dos Diputados afiliados, Gabriel Le Senne y Patricia de las Heras, del Grupo Parlamentario VOX en el Parlamento balear, sin consultar a los órganos competentes de la Dirección Nacional del partido».

El certificado de la dirección nacional llegó apenas un día antes de la publicación del informe de los letrados, que teóricamente se conocerá durante en el día de hoy, que determinará si debe abandonar el cargo. En este sentido, el todavía presidente de la Cámara presenta este documento con el objetivo de que los letrados jurídicos lo tengan en cuenta a la hora de decidir si tanto su expulsión como la de De las Heras están justificadas y se ajustan al Reglamento. «En consecuencia, reitero mi solicitud de que la Mesa declare la nulidad y/o invalidez de los acuerdos de expulsión adoptados por el GPVOX el día 29 de enero», añaden.

A pesar de que durante los últimos días parecía que los diputados tránsfugas y la dirección nacional acercaban posturas para intentar solucionar la crisis interna, la expulsión definitiva por parte de la cúpula de Abascal es la constatación de que los teóricos puentes construidos en la última semana entre ambas facciones están destruidos.

La confirmación de la ruptura total fue anticipada por parte de la presidenta del partido y diputada, Patricia de las Heras, quien llegó al Parlament arropada por toda la plana mayor de la formación en Balears, incluido el vicepresidente y portavoz en Cort, Fulgencio Coll, y el secretario general, Toni Gili. Todos ellos estuvieron presentes en la primera parte del pleno para mostrar su apoyo tanto a De las Heras como a Le Senne, que afrontaba la jornada con la sensación de que era su último baile al frente de la sede de la soberanía popular.

«Madrid ya ha hablado, se ha solicitado la expulsión de estos cinco sujetos y ahora en relación a las cuestiones internas no hay más que decir hasta que el Comité de Garantías tramite los expedientes. Lo que queda por ver es qué hará Marga Prohens en cuanto a la gobernabilidad de Baleares», aseguraba De las Heras a la vez que denunciaba que "determinadas personas están tergiversando la realidad de los hechos», afirmaba en relación a los cinco rebeldes.

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