Apenas el 3,5% de las amenazas a los sanitarios en Mallorca se denuncian

La Policía realiza un curso para el personal de los centros médicos y aconseja que todos los casos violentos se comuniquen

La Policía transmite consejos a los sanitarios de Mallorca ante un paciente violento

La Policía transmite consejos a los sanitarios de Mallorca ante un paciente violento / J.F.M.

En los últimos meses los ataques, verbales o físicos, a los sanitarios de los centros de Mallorca prácticamente se han normalizado. Médicos, enfermeros y personal administrativo se han llegado a acostumbrar a que un paciente les insulte, o les amenace, por el simple hecho de que no se les atiende de inmediato o que no se le concede lo que desea. El sistema sanitario público de la isla contabilizó el año pasado más de 1.100 casos de violencia en los centros sanitarios, pero muy pocos de ellos se tradujeron después en una denuncia. La Policía solo recibió 40 denuncias, que se trasladaron después al juzgado. Es decir, apenas se denuncia un 3,5% de los episodios violentos que se producen, si bien en la mayoría de estos casos las amenazas o los insultos se han castigado con condenas contra el agresor.

Para concienciar de que la violencia no se puede consentir en la sanidad, esta mañana se ha celebrado una charla en el centro de salud Emili Darder, en Palma, dedicada a los trabajadores del sector sanitario. El objetivo es que este personal, ante un paciente agresivo, cumpla un determinado protocolo, sobre todo para proteger su integridad física.

Los santarios han recibido una charla sobre consejos ante un paciente violento

Los santarios han recibido una charla sobre consejos ante un paciente violento / J.F.M.

El inspector de Policía, Alfredo Rodríguez, ha sido el principal ponente de esta charla informativa. El funcionario ha insistido al personal sanitario que “se debe denunciar ante un caso de que un paciente muestre una actitud violenta en la consulta médica”. Si no se denuncia, según insistió el policía, las fuerzas de seguridad desconocen que se ha producido este episodio violento contra el personal sanitario y, por tanto, no se puede adoptar ninguna medida. “Queremos concienciar a los sanitarios que no se puede normalizar estas situaciones de violencia, sea física o verbal. Hay que denunciar”.

40 episodios

El inspector Rodríguez detalló que el porcentaje de incidencias que se han cometido en los centros sanitarios ha aumentado durante los últimos años, pero el número de denuncias es muy escaso. Solo se han denunciado 40 episodios de más de un millar de los casos que han sido notificados al Ibsalut.

El policía aconsejó también a los sanitarios una serie de medidas de precaución ante un paciente violento. Puso el ejemplo de que si se trata de una persona reincidente, que ya ha protagonizado varios episodios violentos, se deben tomar medidas antes de atender a esta persona. Se puede solicitar que el vigilante de seguridad esté presente durante la consulta o se puede pedir a un compañero que le acompañe durante la exploración del paciente. También hay que evitar el fácil acceso de este usuario a todo el material médico, como pueden ser jeringuillas u otro tipo de instrumental.

El inspector reconoció que muchos de los sanitarios “me ha transmitido su sensación de que creen que estas denuncias no tienen ningún recorrido”. Sin embargo, el policía afirmó que estas denuncias sí son efectivas, ya que se han conseguido varias condenas e incluso algunas órdenes de alejamiento de los usuarios más conflictivos.

Los médicos se sienten más inseguros en su trabajo

Los médicos se sienten más inseguros en su trabajo / J.F.M.

El funcionario explicó que a nivel policial la violencia que se está detectando en los centros sanitarios “es un tema que preocupa”. Tal es así que se ha creado la figura del interlocutor sanitario. El objetivo principal es atajar este problema, que pasa sobre todo por denunciar cada caso, para que la Policía pueda actuar contra el agresor.

La doctora Silvia Vega, coordinadora del centro de salud de Camp Redó, confirmó que en los últimos años se ha notado un aumento de la violencia verbal, sobre todo a través de insultos y amenazas. Esta situación se ha detectado sobre todo tras superar la pandemia. Durante esta crisis sanitaria, “los pacientes confiaban mucho más en nosotros. Después, por el tema de las listas de espera, por las frustraciones que no se solventan, o simplemente por el malestar de la sociedad, algunos usuarios se muestran más violentos con nosotros”. La coordinadora del centro detalló que los trabajadores tienen la sensación de que el ambiente laboral es mucho más violento. Detalló que ante un paciente violento, el sanitario puede avisar de inmediato apretando un botón del ordenador. A partir de ese momento entra en la consulta, o bien otro sanitario, o incluso el vigilante de seguridad, para evitar que el médico o el enfermero esté solo frente al paciente violento. También en muchos casos en el propio expediente del paciente se avisa si ha protagonizado algún episodio violento con anterioridad.

Esta situación de estrés de los pacientes fue confirmada por Pep Gutiérrez, responsable del área de enfermería del centro de Son Serra. El enfermero detalló que durante la pandemia el personal sanitario se sintió mucho más arropado por los usuarios. Sin embargo, la situación después cambió. “La gente transmite mucha carga emocional y la descarga sobre nosotros. Cuando ocurre esta situación lo que intentamos es estar tranquilos, para transmitir esta tranquilidad al paciente, para que sepa que estamos para ayudarle”. Gutiérrez señaló que “es cierto que a veces la presión asistencial que tenemos nos complica mucho las cosas y se producen momentos muy tensos. Teneos que aprender a afrontar estas situaciones para poder solucionarlas”.