Las subvenciones y la delincuencia negativizan la inmigración en las Baleares

La ciudadanía se muestra reacia ante un fenómeno cada vez más común en las islas

Una gran parte se muestra favorable a su expulsión del territorio y considera que saturan los servicios públicos

Pateras marcadas por las autoridades.

Pateras marcadas por las autoridades. / Bernardo Arzayus

Jordi Sánchez

Jordi Sánchez

El informe más reciente de Quaderns Gadeso se ha centrado en estudiar la visión actual de la población balear en relación a la inmigración, tanto regular como irregular. 

La primera cuestión que se plantea en el informe es la siguiente: «¿En qué medida considera que la inmigración es un problema?». El 58 por ciento de los encuestados respondió que se trata de «un problema grave». Un 34% respondió que se trataba de «un problema, pero no es grave», mientras que un 7% no considera la inmigración un problema actual. 

El informe, que se llevó a cabo a a través de 600 encuestas realizadas en este mes de enero, también aborda la opinión de la ciudadanía acerca de los inmigrantes en situación regular e irregular. 

Regularizados

Pese a contar con todos los papeles en regla, un 66% de los encuestados considera negativa la inmigración legal en las Baleares. Entre los motivos que justifican este porcentaje se encuentran la saturación de los servicios públicos, la obtención de subvenciones o la falta de integración cultural

En cambio, el 33 por ciento que considera la inmigración regularizada positiva alega que cuentan con los mismos derechos y comprenden que huyen de lugares en conflicto donde el hambre se convierte en la tónica habitual. Además, valoran la diversidad como un hecho positivo. 

Los datos.

Los datos. / GADESO/DM

Irregulares

En cuanto a la inmigración irregular, cuenta todavía con más detractores: un 72% la considera negativa. Además de la inseguridad que les genera, la gran mayoría considera que debería llevarse a cabo una expulsión inmediata del país de aquellos que no tengan sus papeles en regla. De no ser posible, también valorarían internarlos en un centro hasta que pudiese hacerse efectiva su deportación. 

Un 24% hace una valoración positiva de la inmigración regular. Quieren garantizar sus derechos como personas, y valoran su llegada a un territorio democrático como una oportunidad. Por ello, creen en su regularización, y tienen muy en cuenta sus lugares de procedencia. Las guerras y el hambre son factores muy valorados por aquellos que pretenden abrazar la inmigración. 

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