Colapso balear en los exámenes para obtener el carné de conducir

Las autoescuelas cifran en dos meses la espera para la prueba de turismos y en tres cuando es para permisos profesionales

Las jubilaciones y traslados esquilman la plantilla de Tráfico en las islas

Las autoescuelas denuncian las demoras para poder examinar a sus alumnos.

Las autoescuelas denuncian las demoras para poder examinar a sus alumnos. / Manu Mielniezuk

Fernando Guijarro

Fernando Guijarro

«El equipo de examinadores de Tráfico en Baleares, más que colapsado, lo que está es desmantelado», afirma la presidenta de la asociación de autoescuelas de las islas, Joana Ribas. La falta de personal, que en Mallorca se califica como grave pero que en el caso de Ibiza se reconoce como inasumible, está provocando que un alumno que ya está preparado para intentar obtener el carné de conducir se vea obligado a esperar dos meses para poder acudir al examen práctico, plazo que se eleva a tres meses cuando se trata de un permiso para ponerse al volante de autocares o camiones, según denuncia la representante del sector. Y añade una advertencia adicional: la situación que se está viviendo pone en riesgo a viabilidad de las pequeñas autoescuelas, ante la negativa de muchos alumnos de seguir recibiendo clases hasta no poder examinarse.

Ribas critica tanto el colapso existente en los exámenes para la obtención del carné de conducir como la incapacidad de Tráfico para solventar un problema que se está registrando en toda España, aunque en el caso balear lo achaca en buena medida al deseo de muchos funcionarios de este departamento a cambiar de provincia o de Administración ante el elevado coste de la vida de las islas, especialmente en lo relativo a los alquileres.

La presidenta de las autoescuelas del archipiélago afirma que aunque Tráfico va asignando cupos a cada autoescuela cada siete o quince días para que sus alumnos acudan a examinarse, éstos son totalmente insuficientes, provocando un cuello de botella y las demoras antes señaladas.

Todo ello a pesar, según reconoce, de que el equipo de la Jefatura Provincial de Tráfico hace todo lo posible para paliar el problema. En este aspecto, aplaude el trabajo que hace su máxima responsable en el archipiélago, Francisca Ramis, y la docena de funcionarios que realizan exámenes, al aceptar realizar horas extras para intentar rebajar las esperas. En este aspecto, señala la situación que se está viviendo en Barcelona, donde sus examinadores se niegan a realizar ese refuerzo horario y donde las esperas pueden alcanzar el medio año.

«Parches» sin solución

Pese a ello, Joana Ribas considera que la situación balear resulta insostenible, especialmente porque desde hace años solo se «aplican parches» para intentar solventarla, lo que hace que periódicamente se generen altas listas de espera sin que desde Madrid se adopten las medidas necesarias para arreglar definitivamente esta situación.

Como se ha indicado, la presidenta de la patronal del sector considera que el equipo de Tráfico en las islas se está viendo desmantelado. Para empezar, señala que el grupo de examinadores, formado por una docena de personas, resulta claramente insuficiente, con el agravante de que durante el próximo año se espera que alrededor de la mitad se den de baja al jubilarse. Este problema es todavía más grave en Ibiza, donde solo se cuenta con un examinador con carácter estable con el refuerzo de un itinerante, pero donde además la plantilla total de Tráfico es prácticamente inexistente debido al rechazo de los funcionarios a quedarse en la isla por no poder asumir el coste que les supone el alquiler de una vivienda.

Plus de insularidad

Sobre este punto, Ribas denuncia que «Tráfico paga muy mal a su plantilla», lo que explica las constantes peticiones de traslados y que desde las autoescuelas de Balears se haya reclamado a los responsables en Madrid que se cree un plus de insularidad que compense en el excesivo sobrecoste que supone vivir en el archipiélago.

El problema de las demoras a la hora de examinarse está teniendo efectos que van más allá de la indignación de los alumnos. Para empezar, la negativa de muchos de ellos a seguir pagando clases de refuerzo hasta poder examinarse está provocando una reducción de ingresos en las autoescuelas, con un impacto especialmente notable entre las más pequeñas, que son mayoritarias. En este sentido desde la patronal se señala que en Mallorca solo hay tres que puedan ser consideradas como grandes, y son Ribas, Fortí y Express.

Aemás se insiste en que los parones durante semanas en la formación hace que los alumnos se presenten al examen peor preparados, con más suspensos pero además con un deterioro de la seguridad vial. Al respecto, se señala que incluso se han dado casos en los que ha llegado a caducar el aprobado en la teórica.

Suscríbete para seguir leyendo