Más de 1.200 pacientes del hospital de Son Espases ya evalúan su estado tras ser atendidos

¿Le gustaría que después de ser operado de cataratas pudiera informar de una forma sencilla y cómoda a su médico sobre cómo se encuentra? Si puede ver mejor los subtítulos de una película, si lee con mayor claridad las etiquetas de los precios en un supermercado… 

Esta novedosa evaluación de los resultados asistenciales centrada exclusivamente en la percepción de los pacientes y desarrollada a través de herramientas digitales, la está implementando el hospital de Son Espases desde el mes de septiembre de 2022 y en ella ya participan 1.214 pacientes con trece patologías diferentes. Se conoce como Proyecto PROM, acrónimo inglés que significa Medir los Resultados Reportados por el Paciente

Su principal impulsor, el doctor Luis Alegre, director de Innovación y Proyectos de Son Espases, adelanta que en el próximo mes de enero ya habrán incorporado tres patologías más y el objetivo es añadir cuatro más a lo largo del próximo 2024 con el fin de llegar en ese ejercicio hasta la cifra redonda de veinte e ir evaluando los resultados preeliminares de esta iniciativa a lo largo de 2025, año en el que se seguirán añadiendo más enfermedades al proyecto, asegura. 

Las trece patologías en las que en estos momentos se está pidiendo a los usuarios su colaboración para que los médicos y otros profesionales sanitarios puedan comprender mejor el estado de salud de sus enfermos después de una intervención asistencial desde su propia perspectiva son dos tipos de cánceres, el de pulmón (en el que ya participan 3 afectados) y el de próstata (35), así como los efectos secundarios de la quimioterapia en el que colaboran 8 personas.

Alegre lo explica de manera práctica adelantando una de las principales ventajas de esta nueva forma de evaluar los resultados médicos que, desde hace unos ocho años, se está extendiendo por todos los hospitales del país y del mundo en una carrera en la que el centro de Son Espases es un corredor aventajado.

«Con los reportes de un paciente que está siendo sometido a un tratamiento de quimioterapia en los que, por ejemplo, informe a su oncólogo que ese tratamiento le sienta mal y le provoca vómitos, el especialista puede decidir cambiarle la terapia», explica.

De la misma manera, a los pacientes de cáncer de próstata adheridos a este programa se les pregunta cómo es su vida cotidiana tras una intervención: si orinan con normalidad, si padecen de incontinencia o si tras la operación pueden mantener relaciones sexuales satisfactorias... en definitiva, cosas importantes para el día a día de las personas tras salir de un hospital y volver a su cotidianidad.

Para las intervenciones de cataratas se ha «reclutado» a 140 pacientes, para actividades asistenciales centradas en el dolor lumbar a 6, otras 234 personas afectas por esclerosis múltiple también participan como lo hacen 135 personas que han padecido un ictus o 29 que han sufrido una insuficiencia cardiaca. O los 26 usuarios que evalúan cómo han quedado tras una valvulopatía cardiaca.

Los abordajes de enfermedades mentales como la psicosis también están siendo evaluados desde la perspectiva del paciente con 35 personas que padecen este trastorno, como asimismo participan dos usuarios con parkinson o 12 enfermos por almacenamiento de lípidos.

Partos

Pero hasta el momento han sido los alumbramientos, que en realidad no son ninguna enfermedad, la actividad asistencial que ha sido evaluada con más pacientes, 549 en concreto que suponen casi la mitad del total.

Así, a bote pronto, Alegre subraya que este programa permitiría adelantarse a una depresión postparto de la madre y concertarle ya una cita con el especialista cuando surjan los primeros síntomas del trastorno mental.

Alegre explica que para implementar este programa aplicaron el concepto de que si pensaban que lo que les decía el paciente es fundamental para su gestión asistencial, esta información tenía que estar incluida en su historia clínica como lo están los resultados de su última glucemia o el informe de Radiología. 

Los cuestionarios que se le remiten al paciente están consensuados internacionalmente y para hacérselos llegar desarrollaron una herramienta con el equipo de Xisco Tous de la Fundació Bit y con los ingenieros informáticos del propio hospital, quiere reconocer el director de Proyectos.

«En definitiva se trata de una aplicación para el móvil que el paciente puede descargarse siempre que cuente con la autorización del hospital», explica.

Único hospital del país

Esta aplicación le remite al paciente los formularios pertinentes en base a la fase asistencial en la que se encuentra, antes de ser operado, a los seis meses de ser intervenido, etcétera.

«Y a las 24 horas de responder el paciente, esa información ya está incluida en su historia clínica», se vanagloria Alegre de este hecho en el que, resalta, Son Espases es el único hospital del país que lo ha implementado así evitando, piensa, la desafección que pudiera padecer el médico si tuviera que acceder a esa información a través de otra aplicación. 

Ya para acabar, el responsable del proyecto también quiere reconocer la predisposición y buena acogida que ha tenido en los servicios médicos en los que ha sido implementado.

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