El diputado de Formentera se independiza de Prohens en solo cinco meses

La presidenta del Govern pierde el control de Llorenç Córdoba, que se niega a dejar sus cargos en el Consell insular y en el Parlament

Marga Prohens y Llorenç Córdoba, hace unos meses en el Consolat de Mar.

Marga Prohens y Llorenç Córdoba, hace unos meses en el Consolat de Mar. / CAIB

Carmelo Convalia / Fernando de Lama

El terremoto político de Formentera ya afecta a los cimientos del Consolat de Mar. Llorenç Córdoba, el diputado número 26 de Marga Prohens ―consiguió su escaño tras encabezar como independiente la coalición de Sa Unió, formada por PP y Compromís― ha tardado solo cinco meses en independizarse de la presidenta del Govern.

La líder de los populares ha perdido el control del único representante de la isla pitiusa después de conseguir la gesta de arrebatarle el diputado a la izquierda en las autonómicas del 28M. Aunque no es decisivo en las votaciones, genera un nuevo problema a la dirigente autonómica, que además trata de lidiar con la presión constante de sus socios de Vox. Córdoba ha pedido al presidente del Parlament, Gabriel Le Senne, el cambio de asiento en la Cámara balear para dejar de sentarse junto a la bancada del PP y pasar a estar ubicado junto al Grupo Mixto, con Més per Menorca y Unidas Podemos. Córdoba, quien detenta también la presidencia del Consell de Formentera, se niega a dimitir del cargo después de que toda la coalición de Sa Unió le exigiera su salida por un supuesto chantaje para obtener más dinero.

Cesar a sus consellers

Córdoba aclaró ayer que no tiene idea de cesar a nadie, aunque sí pide la dimisión a dos consellers insulares de Sa Unió al creer que «son las personas que realmente han provocado toda esta situación de manera deliberada» y sobre quienes ha dicho no tener confianza. En declaraciones recogidas por Europa Press, Córdoba opina que si hay una prueba de que haya hecho algo ilegal o ilícito, «igual no sería tan complicado que saliera a la luz, pero es que van dos semanas».

Sobre el mensaje enviado hace unos días, el presidente reitera que simplemente aseguró que se planteaba retirar su apoyo incondicional al Govern puesto que no puede ser que desde el PP se exija a Sa Unió, y a Córdoba como político independiente, que el voto siempre sea en el mismo sentido del PP. «Lo siento, no estoy dispuesto», insiste, explicando que, aunque coincidan los intereses en el 99 por ciento de los casos entre PP y Formentera, él no puede mantener un apoyo incondicional: «No creo que sea lo que pide la gente de Formentera».

En esta línea, recuerda que hizo esta manifestación «porque intentándolo de otra manera» no lo conseguía: «Al final uno hace la declaración porque, como político y como responsable, igual hay que informar de las cosas». También puntualiza que el conseller de Promoción Económica ya debería tener los presupuestos elaborados, que deben ser firmados por el presidente. Así, si dimite Córdoba, sí existiría un problema e igual no se aprobarían las cuentas, concluye.

Según explica el portavoz de Sa Unió, Óscar Portas, «este señor va a la deriva y a partir de aquí intentaremos sentarnos con los grupos de la oposición para ver si podemos dar un poco de estabilidad y dignidad a la situación del Consell de Formentera». Portas considera que sería «irresponsable» la dimisión en bloque de todo el equipo de gobierno porque empeoraría la situación y no descarta presentar una moción de censura, aunque tienen que valorar «los distintos escenarios», que es lo más «inminente y necesario».

Oposición

Por su parte la portavoz de Gent per Formentera (GxF) y expresidenta del Consell, Alejandra Ferrer, lamenta todo lo que está ocurriendo en la institución insular: «Toda la oposición y todo el pueblo de Formentera está asistiendo desde hace semanas a un escenario muy complicado y casi diría surrealista. Desde la oposción pedimos desde el primer momento que, para acusaciones tan graves como las que se hacían contra el presidente y como las que está haciendo ahora mismo el presidente contra su propio equipo de gobierno, necesitábamos tener pruebas». Y añade: «Hoy [por ayer] nos hemos encontrado todo el equipo de gobierno y la oposición. El presidente nos ha dado sus explicaciones, no ha intervenido nadie más en esta reunión y ahora nosotros lo que pensamos es que tenemos que tomarnos nuestro tiempo para analizar todo lo que hemos escuchado». Por su parte el portavoz del PSOE, Rafael Ramírez, no quiere aventurar nada sobre la postura de Córdoba ni tampoco pedir su dimisión, aunque asegura que, al tratarse de una decisión personal, debe ser el propio presidente el que la explique.

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