«Deià es el ejemplo de la España vaciada por el éxito turístico de Mallorca»

El alcalde Lluís Apesteguia reflexiona sobre la gran presencia de segundas residencias en el municipio de la Serra de Tramuntana: «Es la segunda vez que los 'deianencs' somos conscientes de una posible desaparición»

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M. Elena Vallés

M. Elena Vallés

«Somos el ejemplo de que la actividad turística puede sustituir a la población local», declara sin tapujos el alcalde deianec Lluís Apesteguia, quien compara en la época contemporánea dos momentos de gran pérdida de población en el municipio. «Desde finales del XIX y hasta mediados del XX el censo de Deià bajó un 60% a causa de su pobreza económica. Las tierras de la Tramuntana no son muy productivas y no pudieron aprovecharse de la mecanización de la agricultura. El pueblo se vació y hubo conciencia sobre el peligro de desaparición», cuenta.

No fue hasta los años 50 que se fue recuperando población: estudiosos y artistas recalaron en el pintoresco núcleo atraídos por la figura de Robert Graves. «Eran extranjeros que se establecieron y pasaron su vida en el pueblo. De hecho, gracias a ellos se recuperó la existencia de Deià como una comunidad viva», reivindica el primer edil. «No hubo un choque cultural con los residentes locales, sino integración por necesidad. En los 60, 70 y 80 hubo otra oleada que había evolucionado más hacia el hippismo. Pese a ello, hubo tolerancia total en el pueblo. Ahora estamos en un momento similar -reflexiona-, somos un pueblo con una tendencia a desaparecer, pero por circunstancias distintas. Somos el ejemplo de la España vaciada por el éxito turístico», sostiene. En este punto, un dato: Deià tiene dos plazas turísticas por habitante (hay 700 de vivienda vacacional y unas 400 hoteleras para 600 personas censadas). 

Lluís Apesteguia, con la vara de alcalde, este sábado en Deià.

Lluís Apesteguia, con la vara de alcalde, este sábado en Deià. / J.Mora

Medidas correctoras y de captación de residentes

El alcalde y su equipo han tomado medidas para conseguir que la gente permanezca en Deià e incluso atraer a otras personas «para que residan todo el año». Apesteguia está contento con las acciones que le competen municipalmente. 2022 fue el primer año en quince que el pueblo no perdió población. «Se ha creado el patronato municipal de vivienda con el fin de conseguir alquilar las casas vacías a un precio que no supere nunca el 30% de los ingresos del inquilino. Hemos hecho una oferta pública para comprar licencias de alquiler turístico y darlas de baja. Ofrecemos servicios gratuitos a los residentes. Hay un recargo del 50% del IBI para las casas vacías [hay 196]. Y convocamos ayudas a empresas y autónomos para proyectos que no sean de turismo, construcción o jardinería», enumera.

"No me presenté de alcalde para ser el director de un gran resort de turistas", confiesa. "Deià apostó por un modelo turístico de pocas plazas hoteleras y por una experiencia de calidad, se especializó en este modelo que fue quebrado con la llegada masiva del alquiler turístico", explica Apesteguia. "El propio sector turístico se está viendo resentido porque los turistas que buscan una experiencia de calidad no quieren masificación", señala. "Y esto ninguna institución supramunicipal lo ha querido entender", agrega. "Deben comprender que las personas trabajadoras tienen muchísimas dificultades para vivir aquí".

El alquiler turístico ilegal también es una práctica extendida en Deià. "Escribimos cartas a la conselleria de Turismo explicando el problema. Hay viviendas que se publicitan directamente en agencias de países extranjeros y no salen en Airbnb. Esto es muy difícil de perseguir", denuncia.