OPINIÓN

PP/Vox Madrid se felicita del decreto

Santiago Abascal.

Santiago Abascal. / EFE

Matías Vallés

Matías Vallés

Vaya por delante que nadie puede cuestionar la superior formación científica de un médico que no haya perdido el tiempo aprendiendo catalán, el castellano de Rubiales es el idioma de la verdad. Bajo esta premisa, solo cabe celebrar la prohibición de la lengua provincial en el Decreto sanitario del Govern, aclamado por PP/Vox Madrid como la segunda venida del apóstol Santiago Abascal.

Baleares es otra cuestión, porque José Ramón Bauzá es todavía el político más votado de la historia del PP, con 35 diputados en 2011 que superan a los 34 actuales de PP/Vox. Cuatro años y un Decreto de Sanidad en castellano después, el farmacéutico a quien los populares desalojaron a patadas se quedaba en la peor cifra de la derecha hasta ese momento, veinte escaños. La felicitación hodierna del eurodiputado de Ciudadanos (RIP) suena pues a autopsia.

Es decir, unos dirigentes del PP monolingües porque solo saben expresarse en mallorquín, se someten a los madriles y acentúan el falso catalanismo de la política que más ahínco puso en castellanizar a Balears, una tal Francina Armengol. En estos casos se solía recurrir a la Obra Cultural Dual, salvo que se hallaba reunida con la versión palmesana del PP/Vox que firma el Decreto de extinción del castellano. Una cosa son los principios y otra, las subvenciones.

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