El Govern desconoce cuántos médicos dejan de venir a Baleares por el requisito del catalán

La consellera de Salud asegura que no será posible evaluar cuál será el beneficio de esta medida a la hora de captar o fidelizar sanitarios

Prevén que los cursos de catalán no sean obligatorios y se oferten "como se hace con el inglés o el alemán"

La consellera de Salud, Manuela García.

La consellera de Salud, Manuela García. / CAIB

Guillem Porcel

Guillem Porcel

El Govern balear desconoce cuántos médicos de toda España han dejado de venir a trabajar a Baleares por culpa del requisito lingüístico. La consellera de Salud, Manuela García, insiste en que esta exigencia «disuade y excluye» a los profesionales de otras regiones porque «competimos» con otras comunidades autónomas. Pese a ello, reconoce que es «imposible» que ni el Ejecutivo ni entidades como el Colegio de Médicos pueden saber cuántos facultativos entran o salen del sistema por el catalán. En cambio, la consellera reitera que existe «una proporción importante de personas» que trabajan en el Servicio de Salud que no tienen el requisito.

García explica que cuando un médico deja de trabajar en las islas no deja constancia de la causa —puede ser por el requisito lingüístico o por otro motivo como la dificultad para acceder a una vivienda— y detalla que solo existen cinco posibilidades: traslado a otro centro, a otra comunidad, por jubilación, por estudios u otras causas: «Es imposible saber si vienen o se van por el requisito». Además, asegura que no será posible evaluar la efectividad de esta medida, al igual que sucede con las mejoras retributivas o las facilidades para acceder a una vivienda, porque «obtener los resultados que esperamos» dependerá del conjunto de medidas.

Relación con el paciente

La consellera, que ostentó el cargo de secretaria general en el Colegio de Médicos, defiende que la relación entre el médico y el paciente «ni se ve ni se verá mermada» por la supresión del requisito lingüístico e incide en que la comunicación de los sanitarios con los ciudadanos «nunca se ha dañado» por el catalán: «Llevo aquí muchos años, me cuesta mucho hablarlo e hilarlo de manera continuada, pero nunca he tenido un problema a la hora de atender a los pacientes y que se expresen en la lengua con la que mejor se sientan, y creo que represento a la gran mayoría de profesionales sanitarios».

Una de las cuestiones fundamentales es cómo se va a garantizar el derecho de los ciudadanos a expresarse en catalán si los sanitarios no conocen el idioma porque en el artículo 14 del Estatuto de Autonomía de las Illes Balears se establece que «tendrán derecho a dirigirse a la Administración de la Comunidad Autónoma en cualquiera de sus dos lenguas oficiales y a recibir respuesta en la misma lengua utilizada». Esto supone que pueden reclamar que, si se dirigen en catalán, la respuesta que reciban también lo sea. Desde el Govern apuntan que, en caso de que haya dificultades entre el paciente y el médico, cualquier otro sanitario que entienda el idioma podrá hacer de intermediario.

Cursos de catalán opcionales

En cuanto a los cursos para «potenciar e incentivar» el catalán entre los sanitarios, la consellera explica que estarán organizados por el Institut d’Estudis Baleàrics (IEB) y serán ofertados por la propia conselleria, aunque aún no saben aún si serán obligatorios u opcionales. 

Hasta el momento tienen claro que buscarán «facilitar» que se mantenga una «relación de entendimiento» con el paciente a través de la enseñanza de conocimientos básicos «como se hace con el inglés o el alemán» y el objetivo es que se pongan en marcha a partir de octubre o noviembre: «Se harán dentro del horario laboral».

Sobre las plazas de muy difícil cobertura, ubicadas principalmente en Eivissa, Menorca y Formentera, los sanitarios que se desplacen a trabajar a esas zonas podrán llegar a cobrar un suplemento de hasta 20.000 euros anuales si aceptan la plaza con el objetivo de fidelizarles. 

Esto está incluido en el decreto ley aprobado este lunes por el Govern, que posibilita la creación de puestos de muy difícil cobertura que contarían con un beneficio económico importante: un complemento de 6.600 euros anuales para los médicos y de 4.800 euros para enfermeros. Hasta ahora eran 4000 euros en 12 pagas para los primeros y 250 euros mensuales para los segundos.

La consellera también alertó del déficit de profesionales que siguen teniendo las islas y pone como objetivo primordial atender las necesidades actuales, así como las demandas futuras de los ciudadanos para tener un número de profesionales adecuados en los lugares donde existen carencias importantes. 

Esto supone, según explicó ayer la consellera, gestionar un plan de recursos humanos que vaya adelantándose a lo que ocurra en estos próximos años con el foco puesto en varios problemas concretos: el envejecimiento de la población, ya que Balears tiene la esperanza de vida más alta de toda España; el aumento poblacional que viven las islas durante los meses de verano, en los que la sanidad balear también tiene que dar asistencia sanitaria a los visitantes y en algunos momentos llega a desbordarse; la jubilación de los médicos —el Govern calcula que las islas tendrán un déficit de entre 348 y 487 profesionales mientras que solo habrá 161 especialistas— con el reemplazo sin garantizar o la dificultad para tener médicos especialistas en medicina familiar y comunitaria, interna, del trabajo, traumatología y oftalmología.