Los inesperados resultados del 23J trastocan los planes de Marga Prohens

La presidenta del Govern confiaba en una victoria de Alberto Núñez Feijóo para tener un Gobierno central en total sintonía con Baleares

Pedro Sánchez podría ser un contrapeso para el Ejecutivo autonómico

Marga Prohens y Alberto Núñez Feijóo, durante la campaña electoral.

Marga Prohens y Alberto Núñez Feijóo, durante la campaña electoral. / Guillem Bosch

Guillem Porcel

Guillem Porcel

Los inesperados resultados de las elecciones generales cogieron a muchos por sorpresa. Pedro Sánchez podría volver a ser presidente del Gobierno si consigue convencer a los nacionalistas catalanes y vascos, sobre todo a Junts per Catalunya, a pesar de que todas las encuestas apuntaban a una victoria clara de Alberto Núñez Feijóo. Pese a ser el vencedor de los comicios tanto en número de votos como en escaños, el candidato del PP tiene casi imposible poder gobernar al no llegar a la mayoría absoluta con Vox. 

Barones territoriales del Partido Popular como Marga Prohens, Isabel Díaz Ayuso, Juanma Moreno o Carlos Mazón ya veían a su líder en el Palacio de La Moncloa, lo que suponía tener en el Gobierno central a un presidente en total sintonía con las regiones gobernadas por los ‘populares’. Esto permitiría a todos los presidentes tomar medidas de forma conjunta. Un ejemplo claro de esta estrategia es que el presidente de la Generalitat Valenciana ha emulado a Prohens y ha decidido suprimir el Impuesto de Sucesiones.

La dirigente mallorquina nunca ha escondido la necesidad de tener un Gobierno afín en Madrid e incluso ya tenía preparadas sus reclamaciones, no solo para estos cuatro años, sino para intentar gobernar al menos dos legislaturas. El dirigente gallego ha visitado las islas casi una decena de veces desde que llegó a Génova 13 y, por tanto, conoce a la perfección los planes de la presidenta balear.

En caso de repetir, Sánchez pondría las cosas difíciles a Prohens porque las islas dejarían de ser una Comunidad Autónoma prioritaria para los intereses del Gobierno. La nueva presidenta ha sido una de las baronesas ‘populares’ más «antisanchistas» y ya ha dejado claro que está radicalmente en contra de las normas aprobadas por el Gobierno de coalición como la ley de vivienda estatal, que tratarán de no aplicar al no declarar ninguna zona de las islas como tensionada. En cuanto al Impuesto sobre el Patrimonio, Prohens apuesta por una supresión progresiva aunque supeditada a la derogación del Impuesto Temporal de Solidaridad de las Grandes Fortunas aprobado por el Estado, por lo que se trata de una promesa que podría verse frustrada si Sánchez sigue en el Gobierno. 

En el Consolat de Mar son conscientes de que la comunicación será más complicada y, por tanto, tendrán dificultades para conseguir que el Gobierno asuma las reivindicaciones de las islas, sobre todo porque el equipo de Prohens ya había avanzado mucho trabajo tras varias reuniones con el de Feijóo para acelerar el proceso, que ahora puede quedar en nada tras el resultado desfavorable de las elecciones. Ponen como ejemplo la indemnización de residencia de los funcionarios del Estado en Balears para garantizar una insularidad digna ante el coste de la vida. Se trata de una reclamación que debe incluirse en los próximos Presupuestos Generales del Estado, aunque hasta el momento el Gobierno de coalición ha hecho caso omiso y prevén que seguirá igual en 2024. Aquí también se podría incluir el convenio de carreteras, una petición que seguirán poniendo sobre la mesa pese a que el ministerio de Hacienda contestó a preguntas del PP que Balears ya recibe el factor de insularidad, que estas inversiones están incluidas y no contempla finanaciar infraestructuras.

También ponen el ejemplo de la LOMLOE, una norma que el anterior Ejecutivo autonómico acató y defendió, mientras que el actual ha optado por ‘aflojar’ la aplicación empezando por el sistema de evaluación, ya que el próximo curso vuelven las notas numéricas, del 0 a 10, y desaparecen los informes con semáforo de colores y decenas de criterios de evaluación por cada asignatura.

Seguir con la agenda

Fuentes del anterior Govern comentan que, pese a las decisiones que pueda tomar Prohens, la clave será que el Gobierno de izquierdas siga con la agenda «progresista» que ha ido desplegando a lo largo de la legislatura pese a la pandemia y la guerra en Ucrania, lo que supone tomar «medidas que favorezcan a la ciudadanía» como subir las pensiones y el salario mínimo o sacar adelante medidas para paliar los efectos de la inflación y el aumento de las hipotecas.

Francina Armengol tiene experiencia en gobernar con un Gobierno central totalmente contrario. Cuando comenzó a gobernar en 2015, La Moncloa estaba dirigida por Mariano Rajoy. La dirigente socialista nunca mantuvo una buena relación con el entonces presidente e incluso le acusó de «rechazar y despreciar de forma constante a los ciudadanos de estas islas». Incluso calificó de «absolutamente lamentable» que Rajoy no tuviera tiempo para reunirse con ella en una de sus estancias en Mallorca.

Sistema de financiación

Uno de los propósitos principales de esta legislatura será la reforma del sistema de financiación, que el conseller de Economía, Antoni Costa, ya se ha puesto como objetivo prioritario. Mientras la mayoría de territorios tendrán presidentes del PP, la continuidad de Sánchez puede provocar que siga sin actualizarse desde 2014, con evidentes perjuicios para Baleares por el aumento demográfico y la necesidad de tener más recursos para afrontar este reto. Aunque desde la izquierda alertan de que, al bonificar el Impuesto de Sucesiones, el Govern está enviando un mensaje muy negativo al Estado. El portavoz de Més per Menorca, Josep Castells, recordaba esta semana a Costa que la cesión de este impuesto forma parte del sistema de financiación autonómico: «Le están diciendo al Estado que no necesitan este impuesto, que vamos sobrados. ¿Cómo va a negociar una mejora del sistema cuando han decidido menospreciar una de las principales herramientas que les dan?». Esta crítica fue secundada y aplaudida por PSIB y Més per Mallorca.

En esta negociación, señalan desde el Govern, podrían tener preferencia Cataluña y País Vasco en caso de ser decisivos en la investidura de Sánchez. Enfatizan incluso un detalle que será fundamental: actualmente carecen de toda la información del sistema de financiación para poder elaborar los presupuestos del próximo año. La convocatoria de elecciones ha provocado un retraso de la reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera, donde se explica a las comunidades autónomas cuáles van a ser los ingresos que recibirán. A esto se añade la dificultad de Costa para acabar de cerrar su equipo, sobre todo un director general de Presupuestos.

Reivindicativos

En el Consolat también creen que, en caso de gobernar, Sánchez podría llegar a acuerdos con el Govern y aprovechar actos con el PSIB-PSOE para avanzar una noticia en lugar de hacerlo en un acto bilateral con el Ejecutivo autonómico. El expresidente del Gobierno Mariano Rajoy ya utilizó esta estrategia en 2017, cuando prometió el descuento del 75% en vuelos interislas a los residentes de Balears durante la clausura del congreso del PP de Mallorca en Inca. Asimismo apuntan que Madrid podría dificultar los acuerdos para que, una vez aprobados, pareciera que el Gobierno «salva» a Baleares.

En contraposición, consideran que tener enfrente a un gobierno de distinto color permitirá al Govern poder levantar la voz cuando esté en contra de las decisiones —Isabel Díaz Ayuso ha utilizado esta estrategia desde que fue investida presidenta de la Comunidad de Madrid— y podrán ser mucho más reivindicativos que el PSIB de Armengol, que en muchas ocasiones se vio obligado a acatar los mandatos tanto de Sánchez como de sus ministros.

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