Los niños podrán ir a los toros en castellano

Mallorca ha resucitado a Franco para que los niños puedan ir a los toros, una de las escasas propuestas concretas de un Pacto Ultrafolklórico que libera a la isla de una ley taurina abominable, porque «impide actualmente el acceso de menores de edad». Recuperadas para la fiesta, las criaturas tendrán menos tiempo para sus videojuegos asesinos y para disfrazarse de calaveras en Halloween, con un cuchillo atravesando sus cabezas ensangrentadas.

Santiago Abascal es el primer arrepentido del Pacto Ultrafolklórico. Ayer mismo reconoció la estafa sufrida al venderse al PP balear a precio de ganga, y prometió venganza en otras regiones. Ni siquiera le sirve de consuelo la imposición a Marga Prohens de que detallara las incursiones de Vox en los Consells de Mallorca y Menorca, que la inminente presidenta pretendía obviar porque empañan su «en solitario».

Catalanista orgullosa en la intimidad, Prohens debuta con un documento escrito íntegramente en castellano, donde la veintena de menciones a una tal España casi superan a las alusiones a Balears. Por no hablar de una ilegalidad flagrante. El vigente Estatuto de Autonomía tiene rango de Ley Orgánica, fue aprobado por el Congreso de Madrid, y en el primer artículo de su redacción en castellano publicada en el Boletín Oficial del Estado se lee que «La denominación de la Comunidad Autónoma es Illes Balears».

Es decir, Islas Baleares no existe pero se inventa en un documento que determina el Govern de Illes Balears. Si se trataba de facilitar la pronunciación a los madrileños, el nombre de la comunidad podría haberse abreviado a Magaluf. PP Y PSOE han acreditado su menosprecio a las Illes/Islas Balears/Baleares durante medio siglo. Vox está igualmente alienado, pero en cómico.

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