Primera División

Son Moix, territorio hostil

El Mallorca sigue sin ganar esta temporada en casa, acumulando tres empates ante el Athletic, el Barcelona y el Valencia y una derrota frente al Villarreal

El equipo adolece de problemas defensivos y capacidad para cerrar los partidos

Abdón se lamenta en el suelo tras una ocasión fallada ante el Valencia.

Abdón se lamenta en el suelo tras una ocasión fallada ante el Valencia. / Guillem Bosch

Miguel Chacártegui

Miguel Chacártegui

En Son Moix el mallorquinista hace ya meses que disfrutó de su última victoria, allá por el mes de junio tras ganar al Rayo Vallecano (3-0) en la última jornada. El camino hacia casa, desde entonces, ya no ha sido tan feliz. Y es que al Mallorca se le ha olvidado lo que es sumar de tres este curso como local. Cuatro partidos ha disputado hasta la fecha ante su público y en ninguno de ellos se ha celebrado un triunfo. Tres empates –Athletic, Barcelona y Valencia– y una derrota (Villarreal) es el bagaje de los de Javier Aguirre al jugar en su campo. 

Más allá del hecho de llevar solo una victoria en nueve jornadas de Liga –cinco de ellas a domicilio– es evidente que los bermellones no se están sintiendo cómodos en casa. No hay que obviar que la envergadura de los rivales, estén en mejor o peor momento, es grande y no son equipos fáciles de batir. Pero sin sumar de tres en casa es imposible pensar en una temporada tranquila. 

Y es que el Mallorca está teniendo muchos problemas al jugar como local. El primero, y que no le sucede como visitante, es que debe mostrar mayor iniciativa con el balón. Y hasta la fecha no la ha hecho. El público aprieta porque espera que los suyos lleven el peso del partido, pero más allá de 15 minutos contra el Valencia, los bermellones han estado siempre a merced de sus rivales. No es algo nuevo en comparación con el curso pasado, pero se ha echado en falta algo más de valentía en ciertos tramos de los encuentros. 

Frente al conjunto che, todo invitaba a pensar que la primera victoria del curso en casa llegaría por fin. El Mallorca llegaba cargado de moral tras dos empates en los que la imagen del equipo había mejorado, pese al varapalo de quedarse sin el triunfo en el último minuto ante el Rayo. Y además el Valencia, que empezó como un tiro el curso, no estaba en su mejor momento. Y todo se puso de cara con el tempranero gol de Dani Rodríguez a los cuatro minutos. 

Pero de nuevo, como ya sucediera en otros encuentros, el equipo no fue a por el segundo, algo inexplicable teniendo en cuenta la poca fiabilidad en defensa de los del Pipo Baraja. Losvalencianistas, poco a poco, fueron haciéndose con el control del partido. Pepelu, en un falta espectacular, estrelló la pelota en la escuadra en un serio aviso. Y cuando la primera parte ya expiraba, un fallo en cadena desencadenó en el tanto del empate.

Tras un saque de banda, el balón llego a Thierry en la banda. Dani Rodríguez no llegó a tiempo para molestarle y el lateral, sin dejar caer el balón, le puso un gran centro a Diego López, libre tras dormirse Samú en la marca. El canterano sorprendió con un cabezazo cruzado que no fue con excesiva fuerza, y Rajkovic no fue lo suficiente rápido para desviar la pelota. 

Una falta de concentración colectiva que le costó cara al equipo. En la segunda parte, el Mallorca tuvo un arreón de quince minutos en los que pudo lograr el segundo si Gio no se hubiese encontrado con el palo o Muriqi y Dani con Mamardashvili. Pero poco más. Físicamente el equipo no pudo más a partir del minuto 70. Y los cambios no aportaron lo que se esperaba de ellos. Un empate, el tercero seguido y el quinto en Liga que deja a los bermellones más cerca de las posiciones de descenso. 

No hay fiabilidad en defensa

Y es que en Son Moix se acrecentan los males que está padeciendo el equipo esta temporada. En defensa no acaba de ser fiable y está encajando mucho más que el curso pasado. Y tampoco está teniendo la capacidad de ir a por los partidos cuando se adelanta, dejando demasiado la iniciativa al rival. 

Pero los problemas no son nuevos. Ante el Villarreal (0-1) en la segunda jornada el Mallorca no compareció. El propio Aguirre lo ha remarcado, junto al de Girona, como el peor partido de los suyos esta temporada. Los de Setién, al que todavía no habían despedido, ganaron sin apenas encontrar resistencia, gracias a un tanto a la salida de un córner. 

En el siguiente encuentro disputado en casa, el empate se puede considerar justo ante el Athletic de Bilbao (0-0). En un partido malo de ambos equipos, tanto Nico Williams como Muriqi gozaron de ocasiones claras para marcar, pero no estuvieron acertados. 

La mejor imagen en el cómputo global del equipo se dio ante el Barcelona (2-2). Era el partido menos pensado, pero los de Aguirre plantaron cara al vigente campeón y se pusieron por delante dos veces en el marcador gracias a los goles de Muriqi y Abdón. Raphinha y Fermín pusieron el empate, y Larin tuvo el gol de la victoria en el tiempo de descuento. Pero finalmente tampoco se ganó. 

El siguiente en visitar la isla será el Getafe el 28 de octubre. A priori un rival de la Liga del Mallorca y un buen momento para empezar a ganar. Para un equipo como el de los bermellones sumar en casa es algo innegociable a la hora de lograr la permanencia. 

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