Los Indignats Ma-10 exigen más vigilancia en las “zonas calientes” donde hay carreras ilegales en la Serra

El año pasado, los integrantes de Indignats Ma-10 cortaron la carretera de Banyalbufar.

El año pasado, los integrantes de Indignats Ma-10 cortaron la carretera de Banyalbufar. / Manu Mielniezuk

La plataforma ciudadana Indignats Ma-10 ha exigido a las autoridades que mantengan bajo “vigilancia permanente” lo que denominan “zonas calientes” de las carreteras de la Serra donde se realizan carreras ilegales hasta que el Consell instale las anunciadas cámaras de vigilancia.

A través de un comunicado, la plataforma lamenta que “no se ha podido constatar una fecha para pasar de las palabras a los hechos”, en referencia al reciente anuncio que hizo el Consell de que instalará un total de 32 cámaras en distintos puntos del trazado de la carretera que atraviesa la Serra. Estos dispositivos estarán equipados con lectores de matrícula, detector de velocidad y sonómetro, lo que permitirá aplicar sanciones a los conductores que vulneren las normas de tránsito.

Para los indignados, el mantenimiento de una “vigilancia permanente” hasta que los dispositivos de control estén en funcionamiento es una demanda que hacen a las autoridades de Tráfico tras constatar como prosiguen las carreras ilegales y las concentraciones de moteros en distintos puntos de la Serra. Por eso reclaman un “plan de contención” mientras “el plan de las cámaras se hace efectivo”.

Según denuncia la plataforma los “delincuentes habituales” de la Ma-10, refiriéndose a los pilotos furtivos que hacen uso ilegal de la carretera, “como siempre que se sienten desafiados públicamente por las autoridades, acuden a las zonas calientes de la Serra para demostrar que son los amos de la Ma-10” y que “no habrá ningún político que pueda impedir su actividad delictiva”. La plataforma asegura que estas concentraciones son habituales en Banyalbufar, Estellencs o Sóller, y que actúan de forma impune y sin control por parte de las autoridades policiales. 

Según narra el comunicado, en las últimas semanas “no ha habido una hora seguida de silencio en la Serra de Tramuntana”, ya que denuncian que han continuado las carreras ilegales y concentraciones de moteros “para dar gas a sus motores manipulados ilegalmente para hacer el máximo ruido posible”, apuntan. También critican la pasividad de la Guardia Civil de Tráfico, ya que “hace poco tres motos se cruzaron con una multitud de delincuentes que corrían a toda velocidad haciendo un ruido insoportable, pero continuaron su canino sin hacer mención de nada”. También lamentan que vecinos de la zona alertan a las autoridades sobre estas carreras sin que desplacen efectivos para practicar controles y sancionarlos.

La libertad “ayusenca” de los moteros

La plataforma Indignats Ma-10 detalla un caso concreto en el que un vecino de la Serra “suplicó” a los moteros que “cesaran su actividad delictiva”. Según explica esta entidad, la respuesta que obtuvo el vecino fue que “se trataba de una carretera pública y que ellos podían hacer lo que quisieran”. En su opinión “esta libertad a la ayusenca, incluye hacer caso omiso de las limitaciones de ruido y velocidad y de la línea continua que los demás usuarios debemos respetar religiosamente”. En opinión de este colectivo ciudadano, estas actitudes se ven reforzadas por las “garantías” que les da la DGT, organismo “que sostiene que sus mediciones indican que los motoristas corren a una velocidad media de 35 kilómetros por hora y que el problema solo radica en algunos acelerones efectuado por algún ‘brusquer’”.