La plataforma Indignats Ma-10 anuncia protestas por las carreras en la Serra de Tramuntana

Los vecinos afectados deciden tras la Pujada al Puig Major abandonar la vía diplomática y pasar a la acción

El ruido de los motores se adueña de la Serra con la carrera al Puig Major

Biel Capó

Rosa Ferriol

Rosa Ferriol

Este fin de semana con la Pujada al Puig Major los vecinos de la Serra de Tramuntana han tenido que soportar un auténtico infierno entre noches de fiesta y el estruendo de motos y coches. De hecho, el sábado la plataforma Indignats Ma-10 ya denunció que había más de mil acampados en la carretera con motivo de dicha carrera. «Es el crimen ecológico más grande que está sucediendo en la Tramuntana», sentenciaban.

Este domingo los integrandes de dicha plataforma convocaron una reunión para abordar el tema. Así decidieron abandonar la vía diplomática con las instituciones debido al «fracaso integral» de estos cuatro años. Por lo tanto, aparcado el diálogo con las administraciones públicas para hallar una solución al problema que viven, pasan a la acción. De esta manera, la plataforma Indignats Ma-10 anuncia movilizaciones que «efectivamente empezarán la próxima semana».

La plataforma Indignats Ma-10 denunció el sábado las graves consecuencias que tiene la Pujada al Puig Major tanto para los vecinos que viven en la Serra como para el entorno. «Todo ser viviente que hay en la Serra está completamente aterrorizado durante toda la semana», describieron los vecinos que lamentan que ha habido «más de mil acampados en la carretera». Está prohibido acampar y la Guardia Civil no puede hacer nada”, denuncian.

Las palabras no son suficientes

«Las palabras no son suficientes para describir el panorama que vivimos y la catástrofe ecológica que tiene lugar en la Serra a causa de estas carreras ya sean legales como ilegales porque tengan o no autorización hacen el mismo ruido, crean el mismo peligro y fomentan este ejercicio criminal entre los jóvenes», admitieron desde la plataforma Indignats Ma-10 que pasan a la acción con movilizaciones para denunciar el «infierno» que deben vivir con las carreras.