Así ha sido la protesta vecinal contra la segunda fase del polígono industrial de Binissalem

Unas 300 personas se han sumado a la convocatoria de GADMA que ha salido a la calle para dejar claro que se trata de un proyecto “desmesurado de consumo de territorio”

Cerca de 300 personas se sumaron a la manifestación que la asociación ecologista GADMA ha convocado este sábado en protesta por el desarrollo de la segunda fase del polígono industrial, un proyecto que fue presentado por los promotores y registrado en el Ayuntamiento de Binissalem el pasado mes de noviembre. El colectivo ecologista asevera que dicho proyecto supone un desmesurado consumo de territorio que implicará más naves industriales, más asfalto, más tránsito de vehículos pesados y más residuos.

La convocatoria ha tenido lugar a las 10 de la mañana en la plaza de la iglesia y ha discurrido por las calles Concepció y Bonaire en dirección a la carretera principal. Dos grandes pancartas encabezaban la protesta con los siguientes mensajes: “El futur depèn del que fem ara” y “Tot està connectat, protegim el medi rural”, unos lemnas que han dejado bien claro el objetivo de la protesta.

Manifiesto

Justo delante del Ayuntamiento ha tenido lugar la lectura de un primer manifiesto y quien lo ha protagonizado ha sido un niño, en una clara referencia al futuro que le espera al municipio si ahora se lleva a cabo esta segunda fase, según defienden los ecologistas. Así, el texto ha concluido reivindicando que “els joves i els infants vos demanam que penseu en el futur dels vostres fills, néts i nebots. Pels que ja som aquí i per les generacions que vendran, diguem no al macropolígon”.

La manifestación ha proseguido y ha llegado hasta la carretera principal, donde efectivos de la Guardia Civil y de la Policía Local se han encargado de regular el tráfico para que no se produjera ningún incidente, y así ha sido. La comitiva reivindicativa se ha digirido por el carril derecho de dicha vía pública hasta el final, adentrándose otra vez en el pueblo por la calle Pou Bo para enlazar con el parque infantil de Can Gelabert, escenario de la lectura del segundo manifiesto, esta vez a cargo de Toni Pol, simpatizante de GADMA.

En su intervención, Pol ha tratado el concepto de sostenibilidad indicando que ello significa satisfacer las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras de satisfacer las suyas. Pol también se ha referido a la crisis ecológica que actualmente vive el mundo, la cual, ha remarcado, “nos obliga a replantearnos cómo debemos relacionarnos con el entorno y actuar con responsabilidad”. El texto leído por Toni Pol también ha hecho especial hincapié en que “la segunda fase del polígono industrial supone la enésima herida a nuestro territorio”, y por todo ello ha exigido su paralización y la protección del medio rural.