Empresas de Binissalem buscan solares para establecerse en el nuevo polígono

La segunda fase abarcará trece hectáreas, de las que unos 55.000 metros cuadrados se destinarán a la construcción de naves industriales de entre 1.000 y 3.000 metros

Imagen del polígono industrial Binissalem. La segunda fase se desarrollará en la zona de la izquierda de la imagen.

Imagen del polígono industrial Binissalem. La segunda fase se desarrollará en la zona de la izquierda de la imagen. / J.Canut

El proyecto de la segunda fase del polígono industrial de Binissalem sigue su tramitación, con partidarios y detractores. El proceso empezó su curso el pasado mes de noviembre, cuando los promotores presentaron en el Ayuntamiento su propuesta. Su portavoz, Joan Pujol Hurtado, ingeniero civil y, desde 2005, consejero delegado de la empresa VOPSA, dedicada al sector de la construcción, explica que de las 13 hectáreas que abarca el proyecto, unos 130.000 metros, un total de 55.000 irán destinados a la construcción de naves industriales que se pueden dividir en solares pequeños, de unos 1.000 metros; de tamaño medio, de unos 3.000 metros; y solares grandes, de más de 5.000 metros

Pujol afirma que de esta segunda fase no está todo adjudicado. «La gente va informándose sobre el proyecto; de momento, ya ha habido cuatro empresas del pueblo que se han interesado por adquirir alguno de estos solares. Son empresas que, sumadas entre todas, podrían abarcar entre 10.000 y 12.000 metros», apunta. El promotor indica que su empresa tiene previsto instalarse en el polígono de Binissalem y para ello requerirá de la ocupación de unos 12.000 metros. 

También hay otras compañías interesadas en venir. Son empresas del gremio de la construcción, de la jardinería o del sector de la distribución, entre otras. En estos casos, puntualiza, precisan de solares medios, de unos 3.000 metros. Asimismo, en lo que se refiere a la demanda de naves industriales, Joan Pujol afirma que en Mallorca falta solar industrial, «la gran mayoría de polígonos de la isla se encuentran ocupados casi en un 100%. La pandemia frenó esa demanda pero ahora vuelve a haber un repunte», indica.

Mantenimiento

Con el proyecto de esta segunda fase todavía por iniciarse, se tiene constancia que empresas ubicadas dentro del actual polígono han expresado sus quejas por la falta de mantenimiento, sobre todo por temas de suciedad o por los árboles que han acabado dañando muchas aceras. 

En este sentido, Pujol expone que desde su experiencia como promotores, habiendo llevado a cabo la ejecución de otros polígonos como la segunda fase del polígono de Son Rossinyol (Palma), así como urbanizaciones o carreteras, «puedo decir que cuando se realiza un proyecto de éstos se han de sembrar árboles que arraiguen hacia abajo, que no produzcan fruto y que sean de hoja perenne». 

El portavoz de los promotores del polígono añade que «en un proyecto como este, cuando se lleva construido hasta un 50%, quien se hace cargo del mantenimiento y limpieza es la llamada junta de conservación, es decir, los promotores y los compradores de naves industriales. Al pasar del 50% edificado, el mantenimiento pasa a manos del Ayuntamiento».

Un proyecto con oposición

Desde el minuto uno, es sabido que en contra del proyecto de esta segunda fase del polígono de Binissalem se encuentra el sector ecologista y más proteccionista del territorio, desde donde se asegura que la creación de polígonos al final no acaba traduciéndose en puestos de trabajo. 

Una afirmación ante la cual Pujol indica que, «bien sea por cuestión de movilidad o de proximidad, la creación de una zona industrial sí acaba beneficiando al municipio donde se lleva a cabo; de ese municipio es de donde se contratarán muchos trabajadores o técnicos», afirma. 

El promotor es conocedor de que hay colectivos ecologistas como Gadma que están en contra del polígono. Esta entidad ha puesto en marcha una campaña en el municipio en contra del desarrollo del nuevo sector industrial al considerarlo un movimiento especulativo.

En este sentido, Pujol argumenta que «a nosotros nos gustaría poder hablar con ellos y que, desde su punto de vista, nos ayudaran a hacer un polígono lo más verde y sostenible posible, porque si algo tenemos muy claro como empresarios es que, en un futuro muy cercano, se mirará mucho que una empresa sea medioambientalmente sostenible. Será un aspecto primordial y exigido a cualquier empresa», asegura el representante de los promotores.

Los ecologistas convocan una protesta el sábado 23

Desde la entidad ecologista Gadma tienen muy claros cuales son sus objetivos: concienciar a la población de que esta segunda fase no es necesaria e impedir que se lleve a cabo

Tras haber realizado ya algunas acciones en contra del proyecto industrial consistentes en colgar pancartas en muchos balcones y fachadas de la localidad y repartir folletos en contra del proyecto por todos los domicilios del pueblo, ahora el siguiente paso a dar por la organización ecologista es la manifestación que han convocado para el próximo sábado 23 de marzo, una convocatoria que cuenta con el respaldo del GOB y de Amics de la Terra, que también se han declarado en contra del proyecto.

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