Ecologistas denuncian que las empresas de Binissalem sólo ocuparán un 8% del futuro polígono

Las entidades ecologistas Gadma, GOB y Amics de la Terra cuestionaron ayer que exista un «interés» de las empresas de Binissalem en establecerse en la segunda fase del polígono industrial y aseguraron que la demanda apenas cubriría una de las trece hectáreas disponibles en el futuro equipamiento, lo que representa casi un ocho por ciento del total de suelo industrial.

Cabe recordar que el portavoz de los promotores del polígono, Joan Pujol, declaró a este diario el domingo que cuatro empresas locales «se han interesado» en la posible compra de una parcela. Las tres organizaciones citadas apuntan al respecto que el hecho de que hayan pedido información «no significa que finalmente se desplacen al polígono», ya que, según recuerdan, existe el precedente de la «nefasta experiencia» de la primera fase, en la que «el sistema de actuación por compensación impidió que muchas empresas locales que estaban interesadas pudiesen desplazarse al polígono por el elevado precio del suelo». Ahora, temen que la segunda fase caiga en los «mismos errores».

Los ecologistas reiteran que la ampliación del polígono no es necesaria y la prueba es que «han pasado más de tres lustros» desde que se ha reactivado la segunda fase. Esta ampliación se proyectó en 2008 con el objetivo de habilitar suelo industrial para las empresas locales y «sobre todo» para que se trasladase la fábrica de grifería Buades, que no llegó a establecerse en el polígono y actualmente, además, está cerrada. 

Las organizaciones ecologistas recuerdan que, el mismo día que el pleno municipal rechazaba una moción de Més que instaba a desclasificar la segunda fase, los promotores registraron el proyecto de Plan Parcial, que «ha sido solicitado en reiteradas ocasiones» al Ayuntamiento sin éxito. También subrayan que la empresa que «está detrás» del desarrollo del polígono, Vopsa, «tiene sede en Palma y ningún vínculo con el municipio», además de representar, «lógica y legítimamente», intereses privados que persiguen «hacer negocio con la venta de los solares resultantes». En cualquier caso, creen que el interés general que «podía haber en 2008 ha desaparecido» y que el proyecto sólo está motivado por «intereses privados».

Plan Parcial

Las tres entidades, que el sábado han convocado una manifestación contra el proyecto a partir de las 10 horas, destacan que las 500 plazas de aparcamiento que contempla el Plan Parcial no cumplirán la función disuasoria porque «están a 1,5 kilómetros del pueblo» y que «un polígono no es el lugar adecuado para ubicar una residencia de mayores».

Respecto a los espacios libres delimitados, los ecologistas temen que «terminen como los de la primera fase: descampados que se usan como vertederos». Por último, también cuestionan la afirmación de la promotora de que se crearán puestos de trabajo para los residentes. «La experiencia nos muestra que no es así y que más crecimiento no significa más bienestar, sino todo lo contrario», señalan. 

Por otra parte, desmienten la afirmación de que en Mallorca falta suelo industrial. «Un estudio del IDI de 2021 demostraba que había más de 800 parcelas industriales vacías (casi el 15% del total) en Balears, y hace un año diversas organizaciones empresariales decían que no estaba justificado un nuevo polígono industrial en Mallorca», concluyen.

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