Día de Baleares: Este es el plan que propone Artestruz para descubrir los secretos de los avestruces

La granja educativa celebra este 1 de marzo el evento Eggcellent para conmemorar sus bodas de plata

Este es el plan que propone Artestruz para descubrir los secretos de los avestruces

Biel Capó

Rosa Ferriol

Rosa Ferriol

Campos atesora una granja educativa que permite descubrir y conocer en primera persona el apasionante mundo de los avestruces. Se trata de Artestruz, una granja educativa que este 1 de marzo quiere conmemorar sus bodas de plata con el evento Eggcellent, donde con reserva previa además de visitar la granja, alimentar y conocer a los avestruces, los visitantes podrán degustar el huevo de avestruz y llevarse la elegante cáscara de recuerdo. 

Jaume, Quim, Tòfol Tomeu, Gulliver, Blanca, o Rosa son algunos de los nombres de los 30 avestruces que custodia la granja educativa de Ohad Loffler y su hermano Jonathan. Se puede decir que fue un sueño de su madre Josephine van Stokkum hecho realidad hace un cuarto de siglo junto a su padre Uri Loffler y que los dos hermanos han cogido el relevo con la misma pasión y amor por este tipo de aves que esconden numerosas habilidades poco conocidas y que ellos mismos se encargan de desvelar a los visitantes, entidades y escuelas que acuden a sus instalaciones. Artestruz se dedica a la producción de huevos y a la granja educativa. Cada año se producen 400 huevos de avestruz, «son deliciosos y muy saludables».

«Los avestruces son tremendamente curiosos y juguetones por lo que pueden divertirse interactuando con ellos. Cada uno tiene su propia personalidad. Eso sí, son algo traviesos», desgrana Ohad Loffler. «Los avestruces no te dejarán indiferente», sentencia. La misión principal de los Loffler es divulgar todo lo relacionado con los avestruces, además se dedican a la producción de huevos en venta directa o se pueden degustar en la cafetería de la granja, que cuenta también con una boutique con productos derivados como accesorios de cuero como bolsos, monederos e incluso zapatos o productos artesanales exóticos hechos en Mallorca. Y es que las principales industrias del avestruz son el cuero, las plumas, la carne, los huevos, las cáscaras y el aceite. 

Balance

Y en estas bodas de plata, toca hacer balance. «Nos emociona mucho conmemorar el 25 aniversario porque no es fácil sobrevivir y prosperar». En una isla donde la masificación está a la orden del día, quieren prosperar y mejorar como negocio pero alejado de aglomeraciones y preservando el carácter familiar». «Es díficil hacer negocios con las condiciones que tenemos como autónomos, pero se puede hacer y hacer bien. Son 24 horas con las horas que conlleva la burocracia. Es sacrificado pero nos encanta. Ver las caras de la gente vale la pena. Es nuestra pasión», confiesa. Entre los retos que se fija Artestruz está la sostenibilidad de la empresa, además de ampliar la plantilla con una o dos personas más.