Cala Rajada y la Colònia de Sant Pere se rinden a celebrar Sant Antoni

Tras los días grandes celebrados en Artà y Capdepera, la fiesta de Sant Antoni toma protagonismo durante el fin de semana en Cala Rajada y la Colònia de Sant Pere, que viven con el mismo entusiasmo los festejos ‘santantoniers’

Cala Rajada y la Colònia de Sant Pere se rinden a celebrar Sant Antoni

Cala Rajada y la Colònia de Sant Pere se rinden a celebrar Sant Antoni / Biel Capó

Biel Capó

Biel Capó

Las celebraciones de Sant Antoni en el Llevant aún siguen. Y es que los núcleos más devotos celebran sus días grandes el 16 y 17 de enero pero el fin de semana la devoción por el santo patrón de los animales se traslada a las zonas costeras. En este caso en la Colònia de Sant Pere y en Cala Rajada.

La pasión ‘antoniana’ continúa

La pasión ‘antoniana’ continúa / biel capó. cala rajada

Así, tres días después las melodías han resonado por las calles de la Colònia de Sant Pere que ha vivido con gran emoción los festejos en honor a Sant Antoni. Eso sí, lo ha hecho lejos de las aglomeraciones y tumultos de gente que se dan en la revetlla de Sant Antoni en Artà. De hecho, son unos festejos que aprovechan muchos padres y madres para llevar a sus hijos para que puedan disfrutar de los dimonis sin la masificación que se registra los días de la fiesta grande.

De esta manera, los dimonis inician por la mañana un recorrido por las calles del pueblo para regalar sus tan queridos bailes entre el bullicio de la gente que los sigue. Mientras que por la noche es el turno de visitar los foguerons.

Los dimonis de Capdepera.

Los dimonis de Capdepera. / Biel Capó

En Cala Rajada

Algo parecido ocurre en Cala Rajada. La fiesta de Sant Antoni ha continuado este fin de semana en Cala Rajada. La marea humana ataviada con camisa blanca y pañuelo rojo, presente los pasados 16 y 17 de enero en Capdepera, animó la fiesta en Cala Rajada.

Tras el aviso de las campanas a las 14.30 horas, los dimonis salieron del garaje d’en Toni Micalet en la plaza de los Mariners. Acompañados de la Banda de Música se dirigieron hacia la iglesia, donde protagonizaron unas de las esencias que custodia el Sant Antoni gabellí: romper la cruz de mata.

Cumplida la tradición los dimonis regalaron sus danzas en un recorrido por las calles de la localidad costera. Ya por la tarde, se dio el sus a partir de las 19 horas al encendido de los foguerons, algunos de los cuales contaron con la visita de los dimonis y de los músicos de la banda. La jornada festiva continúa este domingo en ambas localidades con las tradicionales beneïdes.