Las cabinas telefónicas desaparecen definitivamente del paisaje de Palma

Telefónica ya ha retirado la totalidad de los 115 locutorios que había instalados en la calle

Su desmantelamiento, el cual se puso en marcha hace un año, requirió de la intervención de personal de Cort para acelerar todo el proceso

Las cabinas telefónicas desaparecen definitivamente del paisaje de Palma

Las cabinas telefónicas desaparecen definitivamente del paisaje de Palma / B. Ramon

Jordi Sánchez

Jordi Sánchez

El paisaje de Palma, como el de muchas ciudades de España, ha estado estrechamente ligado durante gran parte del siglo XX a las cabinas telefónicas. Se habían convertido en un elemento común y reconocible. Ahora, estas se han esfumado por completo de las calles de Ciutat después de que Telefónica, a través de la empresa Circet y ayudada de algunos operarios de Cort, haya terminado de retirarlas definitivamente. 

Hace un año, la propia Telefónica iniciaba el camino retirando la primera cabina en la Plaza París. En junio, únicamente había retirado una veintena de las 115 que había instaladas en Ciutat. Por ello, el ayuntamiento de Palma se vio obligado a apremiar a la subcontrata Circet para acelerar su retirada. Los operarios de Cort que ayudaron en las tareas se encargaron de desmontar varias se ellas, con tal de acelerar todo el proceso. 

Durante estos últimos años, en los que estas cabinas ya estaban completamente inoperativas, se habían convertido en objeto de recurrentes actos vandálicos, pintadas e intentos de desvalijamiento. Además, ocupaban un espacio sobre la acera que en algunas ocasiones dificultaba la circulación de los peatones. 

En algunos lugares de la península, estas cabinas no han dejado de tener vida y hasta se les ha dado un nuevo uso. En Vitoria-Gasteiz, por ejemplo, la acción vecinal logró que Telefónica no retirase dos unidades, que terminaron convirtiéndose en puntos de reparación gratuita para bicicletas. 

El uso de estos locutorios se vio aplacado cuando, hace más de dos décadas, aparecieron los teléfonos móviles. Esto provocó que paulatinamente la ciudadanía fuese adquiriendo estos dispositivos, más cómodos y sobre todo, portátiles, en detrimento del uso de las cabinas.

 Un estudio de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia señalaba que en 2020, el 88 % de los españoles nunca había utilizado una cabina telefónica. En 2019, únicamente un 1% de la población realizó alguna llamada a través de ellas. 

Así, este servicio, ha terminado por desaparecer finalmente a consecuencia de la modernización y digitalización vivida en los tiempos recientes, tras haber permanecido durante 95 años en miles de calles de todo el país. 

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