Palma vive una tranquila Diada Ciclista de Sant Sebastià en formato reducido

La limitación de inscripciones a 3.000 no ha evitado colapsos en algunos puntos de Ciutat

Los ciclistas han podido disfrutar del recorrido sin temor a la lluvia, que únicamente afectó a la Revetla

Jordi Sánchez

Jordi Sánchez

La 43ª Diada Ciclista celebrada esta mañana en Palma no ha sufrido la resaca de la Revetla, pero si las consecuencias del primer Sant Sebastià no festivo de la historia de Ciutat

El clima ha respetado y no ha caído ni una gota de lluvia durante una mañana en la que 2.800 palmesanos han recorrido las calles de Ciutat sobre sus bicicletas. Cientos de niños y niñas han pedaleado hasta Son Moix acompañados de amigos y familiares. También han pedaleado los más mayores, e incluso alguna mascota se ha dejado ver acompañada de su dueño durante el recorrido. 

El alcalde de Palma, Jaime Martínez, ha sido el encargado de dar el sus a la Diada alrededor de las 12 del mediodía, acompañado por el primer teniente de alcalde, Javier Bonet y el Director General d’Esports, David Salom, además de varios miembros del equipo de gobierno del Consistorio. Toni Deudero, regidor de Movilidad, ha encabezado el pelotón junto a representantes de Caixabank, empresa patrocinadora del evento junto al Institut Municipal d’Esports, quien además se encargó de la organización junto al Ayuntamiento

Sin incidentes

La salida ha sido limpia, sin ningún incidente, y ha dejado varias curiosas imágenes, como la de una bicicleta con ruedas hechas de zapatos e incluso algún que otro tándem. También se han visto grupos de ciclistas que realizaban juntos el recorrido, como el caso del CEIP Aina Moll. Una ambulancia y un coche patrulla de la Policía Local han sido los encargados de cerrar el pelotón. 

Pese a la restricción de aforo que limitó las inscripciones a 3.000 -cuando en otros años se llegaron a alcanzar los 10.000 participantes- con tal de no colapsar la ciudad debido a la condición de no festivo que ostenta el día de Sant Sebastià por primera vez en su historia, se han sufrido varios colapsos en algunas calles del centro, e incluso en zonas como las Ramblas, varios pasos de peatones se llenaban de gente esperando un hueco para poder cruzar la calle.