'Betlems de les caputxines', esperando a los Reyes Magos y últimos días de la exposición temporal
Desde el pasado día 1, el Niño Jesús del belén de las capuchinas aguarda en su 'cadira de repòs' a los mago
Este nacimiento y la exposición temporal pueden visitarse hasta el día 7
Como es costumbre desde el pasado 1 de enero, el Niño Jesús del belén monumental de las capuchinas aparece sentado en su cadira de repòs, hecha a medida. «Ya está sentado esperando la llegada de los Reyes Magos», explican a este diario los comisarios e investigadores Aina Pascual y Jaume Llabrés. Hasta el próximo domingo día 7 la colección de belenes de las antiguas capuchinas y la exposición temporal titulada El Betlem, de la tradició barroca a la mallorquinitat (segles XVII-XX) permanecerán abiertas al público.
Esta exposición ha sido enfocada para celebrar el 800 aniversario de Greccio (1223-2023,) cuyos actos conmemorativos concluyeron el pasado 30 de diciembre. Sin embargo, los belenes siguen su curso hasta la festividad de los Reyes de Oriente para cerrar el ciclo de la Navidad. En la planta baja del monasterio, las tres salas de la exposición muestran ambientes diferentes. En la primera hay una muestra en pintura y cerámica con representación de personajes vestidos a la antigua usanza mallorquina. Destacan cinco esculturas de pequeño formato de la fábrica de cerámica artística La Roqueta (Palma, 1897-1918), entre ellas un precioso xeremier.
En la sala llamada Mar Vermell se exponen escaparates y campanas de vidrio que contienen belenes de los siglos XIX y principios del XX. Algunos de ellos muy representativos de la isla con montañas cuajadas de árboles hechos en papel y otras materias, también uno con una característica gloria de querubines y ángeles pintados a mano sobre papel recortado. Punto y aparte, merece un pequeño escaparate con una Huida a Egipto salido del taller del Mestre de les Verges Rosses (Manacor, hacia 1770). Muy interesante es una serie de seis óleos sobre tela del siglo XVIII, que representan escenas da la infancia y nacimiento de Jesús, atribuibles a Gabriel Femenía o su taller.
En la última sala hay un montaje en recuerdo de Greccio con un pesebre lleno de paja y una talla del Niño Jesús. Completan la escena una casulla, una dalmática y un cubre cáliz bordados por las madres fundadoras de las capuchinas a fines del siglo XVII. Piezas excepcionales del bordado artístico barroco que se muestran en casos excepcionales.
En la antigua sala de labor se mantiene la colección permanente del monasterio, actualmente de franciscanas TOR. Se trata del belén monumental declarado Bien de Interés Cultural, más el conjunto llamado de las Fundadoras, cinco escaparates y un belén de recorte pintado sobre cartón. Una colección irrepetible que abarca del siglo XVII al XIX.
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