Los nuevos horarios de la EMT en Palma dividen a la calle

El cambio de frecuencias en diversas líneas de autobús ha generado disparidad de opiniones entre los usuarios

Unos critican la excesiva espera, mientras que otros han salido beneficiados

Los nuevos horarios de la EMT dividen a la calle

M. Mielniezuk

Montse Terrasa

Montse Terrasa

Primera semana de nuevas frecuencias de los autobuses de la EMT y el resultado a pie de calle es una disparidad de opiniones entre sus usuarios, divididos entre los que critican el excesivo tiempo de espera en determinadas líneas y quienes han salido beneficiados con los cambios horarios. En lo que coinciden todos es en valorar la gratuidad del servicio.

Desde el pasado 9 de septiembre, la L1, que va de Sindicat al Dique del Oeste, pasa cada 20 minutos en lugar de cada 12. Las líneas L19, L20, L29, L39 y L40 han pasado de 20 a 30 minutos de frecuencia. El autobús de la L34 pasa cada 50 minutos en lugar de 40. También se han reducido las frecuencias del autobús nocturno, que empieza a circular más tarde y acaba más pronto.

Por contra, otras líneas se han reforzado, especialmente la L3, L33 o L5, las más cercanas o que conectan con zonas de colegios.

La línea 40, una de las que ha cambiado frecuencias.

La línea 40, una de las que ha cambiado frecuencias. / Montse Terrasa

«La línea 40, la primera transversal que pusieron a finales de 2022 [une Nou Llevant con plaza Progrés], empezó con frecuencias cada 20 minutos, este verano la alargaron cada 30 y ahora así se ha quedado, además de que no circula los domingos ni festivos», se queja María Peraita, usuaria del transporte público. Esta vecina de Palma es una de las perjudicadas por el recorte de líneas durante el fin de semana, «dando por supuesto que los residentes no usamos el autobús esos días». Tampoco comprende por qué hay paradas que sí cuentan con una pantalla electrónica que informa de la llegada de los autobuses y otras carecen de ella. «Hay barrios de primera y de segunda», concluye.

Muestra de frecuencias de hasta 26 minutos.

Muestra de frecuencias de hasta 26 minutos. / Montse Terrasa

La mencionada L40 comparte paradas con la L39, línea que conecta Son Espases con el Palau de Congressos. María Mercedes Roset la coge a diario para ir y volver del trabajo, pero su experiencia es positiva. «El cambio de frecuencia no me ha afectado para nada. Pasa cada 20 minutos, cuando llego aquí [a la parada], al cabo de cinco minutos ya llega. La L39 y L40 para mí son siempre puntuales».

El anuncio de cambio de frecuencias provocó críticas y quejas en redes sociales. Sobre los nuevos horarios, el regidor de Movilidad y presidente de la EMT, Antonio Deudero, alegó que la empresa municipal «solo tiene operativos unos 150 autobuses cuando se necesitaría una flota de 190 vehículos disponibles para un dar un servicio óptimo».

En esta semana de cambios de horarios, también ha habido problemas técnicos con la aplicación MobiPalma, que, entre otras cosas, informa del paso de los buses por parada. Durante dos días no ha funcionado, pero ya ha recuperado la normalidad. Por parte de la concejalía de Movilidad, de la que depende la EMT, no hay previsión de cambiar la empresa que se encarga de gestionar esta APP, según han confirmado a este diario.

Antonio Oliver es un usuario accidental de la EMT debido a que tiene el coche averiado desde hace unos meses. Está en la plaza de España esperando el bus de la L6. «Depende del día o de la gente, a veces tarda más de lo normal. Y según lo que indica aquí [señala la pantalla electrónica de la parada] ya tendría que estar aquí y no es verdad», se queja.

Otro ciudadano que no solía utilizar el transporte público y ahora sí lo hace es José Javier Garei García. Debido a una lesión en la rodilla, tiene que andar con ayuda de muletas y no puede conducir. Pese a que está deseando volver a coger su coche, por aquello de tener más «independencia y disponibilidad», se muestra encantado con su experiencia con la EMT. «La línea 5 tiene buena frecuencia, los autobuses son buenos y encima el servicio es gratuito, así que todo son ventajas», afirma. Precisamente esta línea, que une Rafal Nou con la plaza Progrés es una de las que ha visto mejorada su frecuencia.

Cabe recordar que durante este 2023, entre enero y mayo, se han beneficiado de la gratuidad del transporte público en la EMT casi 20 millones de personas, una cifra que supone un 45% más de usuarios que durante los mismos meses del año anterior, según comunicó el Ayuntamiento el pasado mes de junio.

Alta Gracia Ortiz espera en una parada de plaza España. Para ir de su casa al trabajo necesita coger el bus 5 y el 46, o el 47, que van hacia Gènova. «No entiendo por qué, pero la 46 no ha cambiado. Hay mucha gente que la coge, hay mucho empleado y gente que va a trabajar por aquella zona y la verdad es que a veces tenemos que esperar hasta más de media hora. Entro a las 11 y vengo con mucho tiempo, no es justo», comenta.

José Luis García también coge el bus, el de la L47, para ir a trabajar. Lleva un rato esperando. «A según que hora te pone que va a llegar y, de repente, la quitan y después te viene 20 minutos o media hora más tarde. Yo, que entro a trabajar a las 11, tengo que coger un taxi... Parece que hoy va a ir bien», indica.

Muy cerca esperan Rosana Bergara y Natalia Bello, compañeras de trabajo. «La L46 tiene una frecuencia de 20 minutos, pero a veces se retrasa, pone 25 o 30, y ahí ya te molesta porque llegas tarde a trabajar. Una frecuencia de 15 minutos, por lo menos, la podrían poner, estaría bien, porque en La Bonanova hay muchas residencias y va mucha gente», demanda la primera de ellas.

«Me voy al hospital y veo que el 33 pasa dentro de 26 minutos, pero entiendo que hay mucho tráfico», explica Sidi Dahana, sentado en la parada. Este ciudadano, que no vive en Palma, dice que no coge nunca el bus de la EMT, pero en esta ocasión, por la cita médica, ha optado por este transporte. «Voy a tardar un poco...», afirma con resignación.

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