El bus gratis es una fiesta en Palma

Foto de archivo del autobús de la EMT dirección aeropuerto.

Foto de archivo del autobús de la EMT dirección aeropuerto. / Guillem Bosch

Miguel Vicens

Miguel Vicens

Las ayudas a fondo perdido son el primer año que se conceden una sorpresa inesperada y un alivio para la economía doméstica del ciudadano. El segundo año, en cambio, devienen en obligación para la administración y en un derecho adquirido para el contribuyente.

Hemos podido comprobarlo esta semana al confirmar el Gobierno que Balears recibirá una partida de 43 millones de euros para que desde el 1 de enero todo el transporte público en las islas sea gratuito, como 2023. Gratis para los usuarios que lo necesitan y para los que no. Y a todos los partidos, sin excepción, les ha faltado tiempo para apropiarse esa victoria. El PSOE atribuyendo la ayuda recibida a las gestiones de Francina Armengol, que incluso se adelantó en el anuncio. Més, a la habilidad del diputado Vicenç Vidal y al pacto de Gobierno suscrito por la coalición Sumar con los socialistas. El PP, a las reclamaciones realizadas por el Govern a Madrid, tal como recordó e vicepresidente Antoni Costa. Y el extraparlamentario El Pi, a Coalición Canaria, que es el espejo de lo que querría ser el partido regionalista si tuviera los votos suficientes. 

Toni Deudero, regidor de Movilidad del Ayuntamiento de Palma.

Antonio Deudero, concejal de Movilidad del Ayuntamiento de Palma. / Manu Mielniezuk

Pese a la confirmación de la partida y las reclamaciones de los usuarios y de todos los partidos, al equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Palma le costó un día entero confirmar que el bus en Palma también será gratis. Quizá porque ya había aprobado las nuevas tarifas de 2024, quizá porque, como recordó el concejal de Movilidad, Antonio Deudero, los 20 millones de la partida que le corresponde a Cort solo alcanza para sufragar la EMT hasta junio si se repite el número de usuarios del pasado ejercicio.